Londres, 17 de enero. Un síndrome misterioso que produce en los hombres un dolencia similar a una gripe luego de tener un orgasmo puede estar causado por una alergia al semen, dijeron este lunes científicos holandeses.

Los afectados por la enfermedad, conocida como síndrome posorgásmico y documentado en publicaciones médicas desde 2002, experimentan síntomas parecidos a los de la gripe, como fiebre, moqueo, fatiga extrema e irritación en los ojos, inmediatamente después de eyacular y pueden durar hasta una semana.

Marcel Waldinger, profesor de sicofarmacología sexual en la Universidad de Utrecht, en Holanda, publicó dos estudios que sugieren que los hombres con este problema son alérgicos a su propio semen, y que un tratamiento conocido como terapia de hiposensibilización puede reducir el impacto.

Los resultados son un avance importante en la investigación de ese síndrome, dijo Waldinger en una entrevista, quien añadió que los hallazgos contradicen la idea de que los síntomas tienen una causa sicológica. Además demuestran que la causa más probable del problema es una reacción autoalérgica al semen.

Aunque se ha documentado en publicaciones científicas, el síndrome posorgásmico es desconocido entre los médicos generales. Los especialistas dicen que muchos de los afectados se avergüenzan y se sienten confundidos al no saber qué les pasa.

Waldinger dijo que aunque el síndrome es raro, es probable que muchos no sepan que es un padecimiento reconocido y por eso no acuden al médico.

Para sus estudios, Waldinger y sus colegas observaron a 45 holandeses a los que se les diagnosticó la enfermedad.

No se sentían enfermos cuando se masturbaban sin eyacular, pero tan pronto como el semen salía de los testículos (...) enfermaban, a veces sólo en pocos minutos, explicó Waldinger.

Reacción positiva

Treinta y tres acordaron someterse a una prueba de alergia en la piel mediante una forma diluida de su semen. De ellos, 29 (88 por ciento) reaccionó positivamente, lo que indicó una respuesta autoinmune, o reacción alérgica.

En el segundo estudio, el equipo de Waldinger decidió aplicar a dos de los voluntarios una terapia de hiposensibilización, técnica muy conocida para tratar alergias, también llamada inmunoterapia alergénica, que expone al cuerpo repetidamente a cantidades pequeñas del alergeno, las cuales se aumentan gradualmente a lo largo de varios años.

En la terapia se les aplicó inyecciones en la piel que contenían su propio semen, primero en una forma extremadamente diluida y después más concentrada.

Los resultados mostraron que después de uno y tres años respectivamente, los voluntarios presentaban una reducción significativa de sus síntomas.

Es un proceso muy lento. Se usa para todo tipo de alergias y a veces puede llevar hasta cinco años, dijo Waldinger. A la luz de los primeros resultados, su equipo ha comenzado varias terapias con más pacientes que padecen el síndrome.