Toluca, Méx., 20 de enero. El presidente Felipe Calderón aseguró este jueves que a pesar de las difíciles condiciones económicas que prevalecen en el mundo, el país cuenta con finanzas sanas y reservas internacionales por 116 mil millones de dólares, que le permitirían enfrentar nuevos efectos adversos; de manera tal que por muy duro que pueda ser el impacto que pudiera venir sobre México, tenemos, de veras, reservas para aguantar cualquier impacto y evitar una crisis como las de entonces.

En la segunda visita que realiza al estado de México este año –donde habrá elecciones en julio–, Calderón aseguró que la situación financiera mexicana dista mucho de otras crisis, como la de 1994, cuando se decía que si las reservas alcanzaban para pagar tres meses del servicio de la deuda o que si teníamos que dejar de pagar la deuda. Hoy, las reservas del Banco de México alcanzan para pagar más del doble de toda la deuda externa de México. Así de fuertes, digamos.

En el contexto del anuncio que hizo la empresa General Motors de que invertirá 540 millones de dólares en el estado de México para construir otra planta de motores –que generará 500 empleos directos y otros tantos indirectos–, el jefe del Ejecutivo federal reconoció que en 2009, con la crisis nos fue duro, durísimo. Créanme, el que nuestra economía cayera más de 6 por ciento fue una de las bajas más dramáticas que haya tenido el mundo y México, pero hoy podemos decir que nuestra economía está de vuelta.

Atribuyó la caída a la cercanía de México con el epicentro de la crisis global (Estados Unidos) y subrayó que, en la actualidad, la solidez económica se expresa también en tasas inflacionarias y de interés muy bajas, que incrementan la atracción del país a los inversionistas extranjeros.

En la planta de General Motors –donde en 2009 se paralizó la producción de camiones a consecuencia de la crisis– se creará una nueva sección para construir motores.

El Presidente sostuvo que esto muestra la confianza de las empresas en México y el aprovechamiento de las ventajas competitivas del país, como son sus trabajadores, porque, al final de cuentas, la inversión de 540 millones de dólares obedece a una decisión de negocios de las compañías.

Gran parte de esas ventajas, sostuvo, se dan en función de la capacidad y responsabilidad de los trabajadores, pues en otros países, durante la crisis, no se comprendió que estaba en riesgo el empleo de todos y se cerraron plantas. Instó a los asistentes al acto a “ponernos como meta ser los más competitivos, lo decimos en México de otra manera… pero los más buenos”.

Por su parte, el gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, reconoció que esa entidad fue muy afectada por la crisis económica, porque ahí están asentadas gran cantidad de industrias manufactureras de exportación. Esto produjo la pérdida de 26 mil empleos en 2009, aunque la recuperación económica estatal y nacional motivó la generación de 100 mil plazas en 2010.

Durante el acto también habló el secretario del Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano. Dijo que si bien se han recuperado empleos, México está urgido de una buena reforma laboral que, respetando los derechos fundamentales individuales y colectivos de los trabajadores, nos permita avanzar en una mayor generación de plazas, mayor productividad, a generar más riqueza, pero también a mejorar el salario de los trabajadores.