Argel, 22 de enero. La policía argelina reprimió hoy con gases lacrimógenos y toletes una manifestación convocada por el partido opositor Unión para la Cultura y la Democracia (UCD) en demanda de la liberación de presos y el restablecimiento de las libertades, en la que hubo 19 heridos, señaló la policía, y 42 según los organizadores.

Said Sadi, líder de la UCD, indicó que hubo 42 heridos, dos de ellos graves, todos hospitalizados, y numerosos arrestos delante de la sede de su partido, donde se habían dado cita antes de una marcha prevista hasta el Parlamento.

La policía intervino duramente con garrotes y gases lacrimógenos, cerrando todo el centro de la capital argelina para impedir que la gente se congregara en la zona.

Según el Ministerio del Interior, hubo 19 heridos, 11 de ellos manifestantes y transeúntes, y ocho policías. El gobierno había advertido que el acto era ilegal.

Manifestantes con banderas argelinas y de la vecina Túnez, donde hace una semana la población derrocó a la dictadura de 23 años, gritaban Estado asesino, Argelia libre, Argelia democrática.

Los manifestantes pedían la liberación de los arrestados a principios de este mes en protestas por el aumento de los precios en los alimentos y el restablecimiento de las libertades individuales.

Vivimos en un Estado policial, comentó una mujer. Incluso aunque no estemos entre los manifestantes, ya se ha superado el tabú de la prohibición de las manifestaciones, afirmó un joven que participó en las marchas.

El presidente de la Liga Argelina de Defensa de los Derechos Humanos, Mostepha Buchachi, señaló que prohibir marchas pacíficas y encuadradas por los partidos y por la sociedad civil, es empujar hacia una explosión.

Por lo pronto, los sindicatos del país convocaron una gran manifestación para el 9 de febrero.

Desde la proclamación del estado de excepción en 1992 en Argelia, las convocatorias de actos en la calle están prohibidas.

A comienzos de enero, Argelia vivió cinco días de manifestaciones contra la carestía de la vida que dejaron cinco muertos y más de 800 heridos. Las protestas se relajaron cuando el gobierno anunció una baja de precios de los productos de primera necesidad.