La Paz, 22 de enero. El presidente Evo Morales rindió hoy un informe de su gestión de cinco años, cuatro años como presidente del Estado colonial y un año como presidente del Estado plurinacional, en el que habló de logros pero también de debilidades, sobre todo en la inversión en el área de hidrocarburos –motor de su gobierno–, y concluyó con un llamado al pueblo para acabar con las broncas y pensar en el desarrollo del país.

Morales cumple el primer año de gobierno de su segundo mandato. Se celebra también hoy el primer año de la creación del Estado Plurinacional de Bolivia, por lo que subrayó que él es un presidente para dos estados, uno colonial que muere y un Estado plurinacional que nace, un Estado centralista que se va y un Estado con autonomías que llega.

El mandatario llegó a esta fecha con una desaprobación de 56 por ciento, según una encuesta publicada durante la víspera, lo que sin embargo no fue obstáculo para que miles de simpatizantes de Morales de todos los departamentos del país –principalmente indígenas y campesinos– participaran manifestándole su apoyo, primero en un desfile realizado en la plaza Murillo, donde se ubican las sedes de los poderes Ejecutivo y Legislativo, y luego en una verbena popular en la plaza Villarroel, a la que asistió junto con el vicepresidente Álvaro García Linera, que se prolongó hasta la noche.

En su informe, que duró tres horas y media, Morales destacó la gran conciencia de los movimientos sociales, que, afirmó, entendieron que la medida de nivelar los precios de los carburantes en el país con los precios internacionales –lo que provocó masivas protestas que lo obligaron a abrogarla el último día de 2010– era necesaria; nadie me dice que está mal, sólo que no es el momento oportuno, indicó, y apuntó que convocará a una gran Cumbre de Movimientos Sociales para discutir el problema.

Seamos responsables ante la historia, el pueblo boliviano y las futuras generaciones, la importación de diesel no es responsabilidad de Evo sino que empezó desde 1988, añadió, e indicó que con el decreto derogado él y su gabinete salvaron su responsabilidad ante la historia.

Morales hizo una prolífica presentación de datos de los logros de los cinco años de su gestión comparados con las cifras de los cinco años precedentes, e indicó que antes la participación del Estado en la economía era de 18.2 por ciento y ahora, con las nacionalizaciones, ha llegado a 29.2. La inversión pública pasó de 591 millones de dólares a mil 588 y llegará este año, entre la inversión pública y la de empresas con participación estatal, a 3 mil 323 millones de dólares, récord histórico desde la fundación de Bolivia.

La recaudación por venta de hidrocarburos de 2001 a 2005 fue en total de 2 mil 905 millones de dólares, y de 2006 a 2010 de 10 mil 641 millones de dólares, añadió.

El mandatario citó por otra parte datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) sobre la reducción de la pobreza en Bolivia, de 51 a 35 por ciento, y de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que registra un descenso de 41 a 32 por ciento. Los datos de la Cepal indican que con esa reducción de 16 por ciento Bolivia está en el primer lugar en América Latina, en tanto que la tasa de desempleo urbano, según la Organización Internacional del Trabajo, entre 2009 y 2010, fue de 8.6 a 6.5, también la mayor reducción en América Latina, apuntó.

Aseveró que el Estado colonial no tenía una diplomacia internacional, ni iniciativas que plantear a la comunidad internacional, pero durante su gobierno Bolivia ha logrado hacer aprobar en la ONU cinco resoluciones: la instauración del Día Internacional de la Madre Tierra, el 22 abril; la creación de un nuevo punto en la agenda de la ONU para discutir formas y caminos para restablecer la armonía con la naturaleza; el debate sobre criterios para medir el desarrollo sostenible en armonía con la naturaleza; la convocatoria a una conferencia mundial de la ONU para fortalecer la declaración sobre derechos indígenas, y la resolución que reconoce el derecho al agua como derecho humano.