Sociedad y Justicia
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Se explican en parte por un mayor laicismo intolerante, dicen

Templos, objeto de agresiones crecientes: analistas católicos

Uno de los móviles es el robo de arte sacro y de objetos de culto

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Presentación de piezas arqueológicas y obras de arte sacro virreinales, recuperadas por la PGR y el INAH, el pasado 27 de julioFoto Cristina Rodríguez
 
Periódico La Jornada
Domingo 23 de enero de 2011, p. 30

La profanación de recintos de las 18 provincias eclesiales del país ha crecido hasta 12 por ciento desde 1993 a la fecha, señala un informe elaborado por la unidad de investigación del Centro Católico Multimedial (CCM) en colaboración con el Consejo de Analistas Católicos de México (CACM), el cual refiere también que quienes atentan contra estos espacios aprovechan la efervescencia de violencia que se experimenta en el país.

La investigación, realizada por Gustavo Antonio Rangel, integrante del CCM y del CACM, indica que, cada semana en México, alrederor de 26 de sus recintos son mancillados por personas que a través de actos de violencia e impunidad, cometen sacrilegio y dirigen sus ataques sistemáticos en contra de la fe católica.

El estudio señala que esta es una tendencia que afecta anualmente a 12 por ciento de los más de 11 mil templos existentes en México y que tan sólo en 2010 se registraron 14 agresiones documentadas, las cuales se cobijan y confunden en el contexto actual de actos violentos.

Sin duda estos grupos y sus secuaces aprovechan la efervescencia de violencia para llevar a cabo atentados contra iglesias; prenden fuego a templos e imágenes sagradas y cometen pillaje de arte virreinal. Se valen de armas de alto poder, cuchillos, machetes, hachas, palos, piedras y gasolina.

Datos del análisis indican que el fenómeno ha proliferado de manera alarmante en los últimos 17 años y ha ido al alza gradualmente. Desglosa que de 1993 a 1999 la ola de violencia contra templos fue en promedio de 2 por ciento por año; es decir, cuatro recintos profanados por semana.

De 2000 a 2006, la cifra creció a 4 por ciento, equivalente a ocho templos agraviados semanalmente; y de 2007 a la fecha pasó a 12 por ciento, correspondiente a 26 iglesias atacadas. Es decir, un aumento de alrededor de 600 por ciento en casi dos décadas”.

La investigación asegura que México figura como primer país en América Latina con más ataques violentos a recintos sagrados y le siguen Colombia, Brasil, Guatemala, Venezuela, El Salvador y Argentina.

Sostiene que estos ataques se explican en parte por la proliferación de un laicismo intolerante que se traduce en furia directa contra fieles, vandalismo y robo de arte sacro, quema de iglesias, terrorismo contra monasterios, y en algunos casos intimidación y asesinato de sacerdotes.

Añade que las agresiones también están inspiradas por el hurto de arte virreinal, por pasiones antirreligiosas y motivos políticos, entre otros, y detalla que aproximadamente 21 por ciento corresponde a delincuentes que se dedican al robo exprés de objetos religiosos en menor escala y 42 por ciento son perpetrados por profesionales del crimen organizado, especializados en el robo de arte sacro y 37 por ciento corresponde a grupos que atacan por diversos motivos de intolerancia y discriminación religiosa.

En los robos exprés, los ladrones se llevan cestos de limosnas, Biblias y libros de oración; así como, actas y documentos sacramentales; además de equipo de sonido, computadoras y objetos religiosos como cálices, custodias, incensarios, paneras, juegos de altar, candeleros, floreros, dinero en efectivo y campanas.

En el robo de arte sacro ejecutado por profesionales refiere que existe una red bien estructurada de delincuentes que operan de manera sistemática.