El jefe de Gobierno del Distrito Federal (GDF), Marcelo Ebrard, fustigó a los actores políticos que por medio de recursos legales ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) pretenden echar abajo todo lo que la ciudad ha ganado y consolidado en beneficio de su población, como es su programa de protección social.

“Hace poco –dijo– vivimos un proceso en la Corte en torno a que la Asamblea Legislativa del Distrito Federal regule cómo se organiza la Procuraduría General de Justicia; vivimos también hace poco varios casos ante la Corte en contra de decisiones tomadas por la Asamblea para proteger derechos de las personas”.

Esa situación, explicó, nos afecta en nuestra vida cotidiana y puede poner en riesgo, a mediano plazo, lo que la ciudad ha ganado, resuelto y consolidado, como su programa de protección social, la protección de los derechos de todos y todas, y, en pocas palabras, la forma de vida que nos hemos querido dar en la ciudad de México.

Al hablar ante los diputados federales del PRD que ayer presentaron su primer Informe de labores, encabezados por su coordinador, Alejandro Encinas, el Ejecutivo local confió en que ese marco de protección social, económica y política que impera en esta capital algún día, no muy lejano (...), será la norma en todo México.

Ante líderes del PRD-DF, funcionarios de su gabinete y titulares de diversos órganos autónomos, como el Instituto de Acceso a la Información Pública del Distrito Federal (Infodf), Ebrard subrayó que aquí hay derechos, instituciones y normas que no existen en otras partes del país, como el sistema de protección social más grande de América Latina, construido después de 13 años de gobiernos de izquierda.

En este logro, agregó, tuvieron que ver los actuales diputados federales que fueron electos en 2009 en esta capital, pues en la pasada discusión del Presupuesto de la Federación lucharon arduamente para conseguir poco más de 7 mil 400 millones de pesos para el DF, con lo que ayudaron a que la ciudad de México no haya caído en un colapso presupuestal.

De no haber sido así –explicó–, ya se hubieran suspendido las obras de la línea 12 del Metro, no se tendrían recursos para ampliar los hospitales o para reparar el drenaje profundo.

Por último, reconoció la intención de impulsar desde el recinto de San Lázaro la reforma política del Distrito Federal, para poder así tener una constitución propia y que las decisiones que tomen la Asamblea Legislativa o las instancias locales se respeten y tengan plena protección las decisiones propias de la ciudad.