Hace años fue removida para descubrir el sarcófago del gobernante maya
Termina proyecto interdisciplinario desarrollado por especialistas de varias instituciones
Martes 25 de enero de 2011, p. 6
La lápida que cubría la tumba del Rey Pakal, la cual fue removida para descubrir el sarcófago hace algunos años, fue colocada de nuevo con los restos del gobernante maya por especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), 40 horas de maniobras en la zona arqueológica de Palenque, Chiapas.
La losa –de siete toneladas– que cubría la tumba del gobernante maya K’inich Janaab’ Pakal, fue colocada de forma definitiva en su lugar original, luego de un proyecto interdisciplinario de investigación desarrollado por expertos de diversas instituciones.
Así, luego de investigaciones y recuperación de datos sobre el contexto arqueológico y de los restos del rey maya, alrededor de 15 especialistas supervisaron la colocación de la lápida mortuoria, que mide 2.20 metros de ancho por 3.60 de metros de largo.
Esa losa data de 683 dC y el 12 de junio de 1952, tras cuatro años de excavaciones, el arqueólogo Alberto Ruz Lhuillier descubrió la cámara.
En 2008 el INAH, por conducto de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural, avaló un proyecto interdisciplinario de investigación en el Templo de las Inscripciones para definir no sólo el estado de preservación de la losa, sino de los bienes en la cripta: relieves estucados, aplanados, sarcófago, escalones, etcétera, lo que incluyó un registro pormede conservación, arqueológico y arquitectónico.
Tras los estudios realizados, en junio pasado finalmente se elaboró un proyecto para el retiro de las vigas metálicas por otras de madera, mientras el Consejo de Arqueología del INAH emitía un dictamen sobre la conveniencia de introducir nuevos apoyos de acero inoxidable, o bien, bajar a su sitio original la lápida, debido a que los restos de Pakal II ya han sido ampliamente estudiados y se tiene un vasto registro de los mismos.
Maniobras durante 40 horas
Para colocar la lápida, los expertos requirieron de gatos hidráulicos en jornadas que oscilaron entre 10 y 12 horas continuas de trabajo, en un ambiente donde la humedad es casi de cien por ciento.
También participó un equipo de 15 profesionales, entre restauradores, ingenieros y personal de apoyo, quienes permanecieron en la cripta durante casi cuatro días, lo que representó cerca de 40 horas que duraron las maniobras.
En una segunda operación, la lápida de Pakal se bajó muy lentamente hasta que hizo contacto con el sarcófago.
La unión entre la losa y el sepulcro fue sellada con una mezcla de cal y arena, que permitirá el paso reducido –y a largo plazo– de oxígeno, con lo que se mantendrán controladas las condiciones de conservación.
En la lápida de Pakal resalta una escena grabada en la que el gobernante aparece como la personificación de K’awill, dios maya del maíz, que renace tras derrotar a los señores de la muerte.
En el proyecto colaboraron especialistas de diversas instancias del Instituto Nacional de Antropología e Historia, así como las coordinaciones nacionales de Conservación y de Arqueología, la Subdirección de Laboratorios y Apoyo Académico y la Universidad Nacional Autónoma de México.