El presidente Felipe Calderón recibió anoche en Los Pinos a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, en la última actividad que sostuvo ésta durante su visita a nuestro país. En el encuentro, que se prolongó durante poco más de hora y media, revisaron la agenda bilateral para el fortalecimiento de las relaciones entre México y Estados Unidos.

Según informó la Presidencia de la República mediante un comunicado, Calderón subrayó en la reunión la importancia de mantener la colaboración en un espíritu de responsabilidad compartida y respeto mutuo, como se ha acordado con su homólogo Barack Obama. De igual forma, el mandatario mexicano enfatizó en la necesidad de fortalecer la coordinación política, acciones y mensajes en áreas de interés compartido.

Acompañado por la secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa Cantellano, el Presidente escuchó los planteamientos de Clinton sobre los alcances de los acuerdos alcanzados en la reunión con la canciller mexicana. El comunicado no abundó más en los planteamientos de la secretaria de Estado durante el encuentro en Los Pinos.

En el programa original anunciado, no se consideraba la entrevista Calderón-Clinton, la que  confirmó Presidencia apenas ayer poco antes del mediodía. Fue la segunda reunión que han sostenido, aunque las condiciones son muy diferentes, pues la anterior, efectuada en marzo de 2009, se realizó apenas unas semanas después de haber iniciado la administración de Barack Obama y de que Clinton asumiera el cargo.

El fantasma colombiano

La visita de ayer a Los Pinos estuvo precedida de un importante desencuentro, luego de que la secretaria de Estado considerara que la difícil situación de seguridad que enfrenta México lo  asemejaba a la Colombia de hace 20 años, cuando enfrentaba la fuerte presencia de los cárteles del narcotráfico. El 8 de septiembre pasado, Clinton dijo que en nuestro país las dimensiones adquiridas por el crimen organizado lo asemejaban ya a una insurgencia que controla ciertas partes del país.

Aunque al día siguiente el propio presidente Obama salió a matizar la posición de su gobierno respecto de la situación prevaleciente en México, país donde hay una democracia amplia y progresista, con una economía creciente, y en consecuencia no se puede comparar lo que está pasando ahí con lo sucedido en Colombia, las afirmaciones de Clinton incomodaron al Ejecutivo federal.

Incluso, dos días después, en una entrevista con la televisora Univisión, Calderón calificó  los planteamientos de la secretaria de Estado sobre México como descuidados y poco serios, en tanto que la Secretaría de Relaciones Exteriores rechazaba formalmente las posturas externadas por Rodham Clinton.

Todavía el viernes pasado, en el contexto del anuncio de la visita de Hillary Clinton a México, el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, aseguraba que la violencia de los cárteles mexicanos representa una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos. No creo que el tema sea si la estabilidad de nuestra sociedad está en riesgo, pero ciertamente es una amenaza a la seguridad nacional estadunidense, dijo.

Wikileaks

Igualmente, previo a la realización del encuentro, se dieron a conocer los cables de Wikileaks en donde se exhibían reportes de la embajada de Estados Unidos en México a la secretaria de Estado y en los cuales se daba cuenta de insuficiencias entre las instituciones que participan en el combate al narcotráfico. En ese contexto se informaba sobre posturas específicas del Ejército y la Marina, datos que también irritaron a la administración de Felipe Calderón.