A cuatro meses de que se dispuso que las empresas tabacaleras debían colocar pictogramas en las cajetillas de cigarrillos, al menos 20 por ciento de las marcas de alto consumo no lo han hecho, señaló Jesús Felipe González, vicepresidente de la Red México sin Tabaco, quien agregó que, aunque existe una buena política pública en la materia, puede verse afectada por el incumplimiento de la legislación.

Explicó que desde el pasado 24 de septiembre las cajetillas de cigarrillos deberían incluir los pictogramas como advertencia del daño que ocasiona fumar, pero algunas marcas de alto desplazamiento, como Camel, Marlboro Azul y Delicados Picante no los incluyen. Destacó que el desacato se da en ciudades de Morelos y Jalisco, así como en el Distrito Federal.

Esta situación refleja que las tabacalertas buscan atenuar el efecto de la política pública, dijo González. La industria del ramo maneja estas estrategias, no da margen para que la autoridad actúe y una vez más están sus intereses económicos por encima de la salud de la población, por eso se pide que todas las cajetillas incluyan los pictogramas.

Sostuvo que luego del impuesto que el Congreso de la Unión impuso en 2010 a las cajetillas de cigarrillos, las empresas empezaron a aplicarlo desde diciembre, no a partir de enero, como establece la Ley de Ingresos.

Fundación Interamericana del Corazón México, la Alianza Nacional para el Control del Tabaco, la Red México Sin Tabaco y Comunicación, Diálogo y Conciencia llamaron a las autoridades a que por ningún motivo apoyen medidas retrógradas que afectan la salud de todos los mexicanos.

Asimismo, pidieron a los partidos políticos no confundir al público al difundir mensajes que, más allá de ser preventivos, persiguen fines políticos y no se apegan a recomendaciones internacionales, además de que no toman en cuenta la opinión de expertos. Se refirieron a una campaña del PAN que “individualiza un tema que, por su naturaleza y amplitud, es un problema social.

Esa propaganda no pone el acento en las alternativas que se generan desde el ámbito público, como son aquellas fincadas en la prevención y la cesación, siempre amparadas en el derecho a la información, señaló Eduardo del Castillo, coordinador nacional de Comunicación, Diálogo y Conciencia.

Castillo sostuvo que los gobiernos federal y estatales tienen obligación de impulsar campañas informativas sobre el control del tabaco. “Ante una epidemia –y el tabaquismo lo es, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud– el gobierno debe actuar con celeridad y profundidad para enfrentar el problema”.

Las organizaciones agregaron que el gobierno federal ha realizado escasos esfuerzos en la prevención del consumo de tabaco.

Deben reforzarse aquellas políticas que reduzcan la demanda de todas las drogas, lícitas e ilícitas, incluyendo al tabaco, indicó Erick Antonio Ochoa, coordinador de iniciativas para el control del tabaco de la Fundación Interamericana del Corazón.

Exhortaron a los congresos locales del país a adecuar sus leyes en términos de protección a la salud de su población, con la creación de ambientes cien por ciento libres de humo de tabaco. Es necesario celebrar acuerdos de coordinación entre los gobiernos federal y estatales, para la vigilancia y verificación del cumplimiento de la Ley General para el Control del Tabaco.