El secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, está desesperado por que la reforma laboral se discuta en el Congreso de la Unión –en la legislatura que está a punto de iniciar–, y no le importa que sea la iniciativa presentada por el PRI la que se analice, porque quiere que se apruebe este proyecto a toda costa, para adjudicárselo como un triunfo, ya que sería una carta más en su carrera por la candidatura presidencial de 2012.

Dirigentes de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) sostuvieron lo anterior en su plenaria semanal, donde informaron que la Secretaría del Trabajo intenta reanudar la mesa de diálogo con el sector obrero, por lo que diversos representantes se mostraron desconfiados de la invitación que, sostuvieron, parece una estrategia más del funcionario.

Francisco Hernández Juárez, diputado el PRD y líder de la presidencia colegiada de la UNT, sostuvo que Lozano ha demostrado al sector obrero que no es una persona confiable, ya que siempre saca una carta bajo la mesa, en este caso, buscar la aprobación de su reforma laboral. Está desesperado por que se suba a tribuna la discusión de dicha iniciativa, incluso extrañamente estaba interesado en que se presentara la propuesta de reforma del PRI (...) Tras el golpe al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), la persecución a los mineros y el desastre laboral en el sector aeronáutico a Lozano sólo le faltaría la aprobación de la reforma del PAN para ser el candidato ideal de los empresarios, dijo.

Los dirigentes recordaron que los últimos tres días de la pasada legislatura figuró en la orden del día la presentación de la reforma del tricolor, que no se dio por presiones de organismos empresariales que se mostraron en contra de la reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas, añadió Hernández Juárez, quien dijo que resultó paradójico que Lozano estuviera interesado en que se presentara la reforma del PRI, y luego dijera que el empresariado se había ido por la libre.

El representante del Frente Auténtico del Trabajo, Jorge Robles, señaló que Lozano está preocupado por sacar a toda costa la reforma laboral del PAN, y ha cabildeado a todo vapor para que al arranque del próximo periodo legislativo inicie su discusión. El primer día y a primera hora del arranque de las sesiones, el funcionario va a estar tocando la puerta para que abran San Lázaro.

La UNT cuestiona los planteamientos de la reforma que se refieren al establecimiento de más candados para llevar a cabo una huelga, los contratos a prueba y por temporada, el pago por hora, la intención de quitar la obligatoriedad del pago de cuotas sindicales a los agremiados, así como fijar más requisitos para demandar la titularidad de los contratos.

Por su parte, la propuesta del PRI plantea la reducción de la jornada laboral a 40 horas, eliminación del requisito de toma de nota a las dirigencias sindicales, mantener sin cambios los derechos fundamentales de huelga y libre sindicalización, así como la incorporación del término de trabajo decente y regulaciones para las outsourcing, entre otros.

En la reunión, Carlos Galindo, secretario de Relaciones del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México advirtió que es preciso dejar claro que Lozano no buscó el consenso obrero para su reforma laboral panista ni tomó en cuenta la opinión de la UNT.

La central confirmó la marcha del Movimiento Nacional por la Soberanía Alimentaria y Energética los Derechos de los trabajadores para el 31 de enero, la cual partirá del Ángel de la Independencia al Zócalo, aglutinará al sector obrero, campesino, maestros independientes y organizaciones sociales, las que harán un planteamiento consensuado en contra de la política del actual gobierno.