El autor de El general del ejército muerto, quien da voz a Albania, cumple 75 años
Viernes 28 de enero de 2011, p. 4
París, 27 de enero. Los escritores que a menudo se oponen abiertamente a un régimen dictatorial son considerados disidentes.
¿Pero cómo calificar a los autores que bajo la tiranía de un déspota se convierten en la voz del país? Esa es una cuestión que muchos críticos se plantean en el caso de Ismail Kadaré.
Y la definición tampoco la ha querido dar el eterno candidato al Premio Nobel de Literatura. No obstante, el propio autor matizó: Para mí, la literatura en sí no tiene nada que ver con la política
. Kadaré, quien nació en la noche del 28 de enero de 1936 (aunque algunos datan su nacimiento el 27), cumple este viernes 75 años.
Cuando en Albania llegó al poder el régimen comunista tras la guerra, Kadaré todavía era un niño. Comencé pronto a escribir, con 11 años. Cuando a esa edad se dan los primeros pasos en la literatura, entonces hay poca o ninguna motivación política
, procura Kadaré responder a sus críticos.
Y asegura además que comenzó a escribir sin tener conciencia de la libertad. Posteriormente, ya como estudiante, la situación cambió: Entonces comprendí muchas cosas. Y eso lo muestran también mis obras
, indicó.
Kadaré era integrante del Partido Comunista y diputado en el Parlamento. Muchas de sus novelas eran de obligada lectura en las escuelas. No obstante, existen textos en los se muestra crítico con el dictador Enver Hoxha.
El palacio de los sueños, en el que se visualiza el terrorismo en el régimen comunista, es sólo un ejemplo. Y El gran invierno, sobre el invierno de 1960-1961, cuando se produjo la ruptura entre la Unión Soviética y la República Popular China, fue considerado en Albania crítico con el régimen.
Sin Kadaré, Albania habría sido una región desconocida entre 1945 y 1985. Algunas de las pocas informaciones que salían del país eran las que proporcionaba el escritor.
En sus libros, Kadaré recorre el montañoso país y narra la historia de la sangrienta venganza que ha marcado la historia de Albania (Abril quebrado), introduciendo al lector en el funcionamiento de un sistema totalitario. La ruptura la hizo en 1964 con la novela El general del ejército muerto, llevada a la gran pantalla en varias ocasiones con Michel Piccoli y Marcello Mastroianni, entre otros.
En sus libros, que han sido traducidos a más de 30 idiomas, Kadaré –distinguido con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras– expone de forma mágica, poética y visual la historia de Albania.
Que el autor de La pirámide, El expediente H o más recientemente Tres cantos fúnebres por Kosovo, huyera en 1990, cuando el sucesor de Hoxha, Ramiz Alija, prometió libertad para viajar y democratización, les pareció ilógico a algunos.
Seguro que me hubiera gustado poder salir de Albania en los tiempos de Hoxha. Sin embargo, eso no habría tenido ninguna repercusión. En 1990 existía la posibilidad real de una apertura democrática. Yo estaba convencido de que el país necesitaba una conmoción para poder desmontar las últimas resistencias. Mi emigración sirvió de detonante
, explicó el literato.
En su opinión, ayudó a la democracia. Y eso lo dice el mismo autor, quien asegura que literatura y política nada tienen que ver.