Los informadores habían acudido a cubrir el funeral de Samuel Ruiz
Sábado 29 de enero de 2011, p. 5
San Cristóbal de las Casas, 28 de enero. Policías municipales agredieron y detuvieron a varios periodistas, entre ellos los fotógrafos Víctor Camacho y Moysés Zúñiga, enviado y colaborador, respectivamente, de La Jornada. Esto ocurrió la madrugada del jueves, mientras transitaban en un vehículo particular en las inmediaciones de la plaza central de esta ciudad, luego de concluir la cobertura informativa de los funerales del obispo emérito Samuel Ruiz García.
Agentes al mando del comandante Adonai Robledo les cerraron el paso poniendo delante de su vehículo una Pick up Dodge, placas DA-62-622, con número PC-35, y detrás la patrulla Nissan, modelo Tiida, placas DPD 55-35, con número PC-26. Eran las 2 de la mañana, a media cuadra de la catedral, sobre la calle Guadalupe Victoria.
También fueron agredidos los reporteros Carlos Herrera y Manuel de la Cruz. Los comunicadores son corresponsales de las agencias Efe, Ap y Afp, así como los periódicos Cuarto Poder, Expreso, Mirada Sur y La Foja Coleta, entre otros medios.
Los periodistas refieren que, sin identificarse como agentes del orden, los agresores empezaron a interrogarlos respecto a su origen, destino y oficio. Los cuestionamientos no fueron respondidos por los detenidos, quienes pidieron que primero se les informara qué falta habían cometido.
Los uniformados acusaron a los cuatro periodistas, bien conocidos en Chiapas, de burlarse de la autoridad
y amenazaron con trasladarlos a la base de la policía municipal, pero desistieron cuando los fotógrafos dispararon sus cámaras para documentar las evidencias del ataque.
Posteriormente, más de una decena de profesionales de medios estatales y nacionales enviaron una carta pública al gobernador del estado y a la alcaldesa de San Cristóbal, Victoria Cecilia Flores Pérez, donde expresan: Siendo México de los países donde la labor de los periodistas es considerada de las más arriesgadas por la cantidad de homicidios, detenciones y secuestros en contra del gremio, no es infundada la sospecha de premeditación en la agresión contra quienes, aun cargando sus instrumentos de trabajo, fueron detenidos en el perímetro donde habían permanecido desarrollando su labor durante al menos 48 horas en un acto con la presencia de decenas de agentes de vigilancia y seguridad de los tres niveles de gobierno
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Añaden que aun si los policías sancristobalenses desconocían quiénes eran los detenidos, la situación es “de igual forma preocupante, ya que son muchos los ciudadanos que por trabajo, asuntos familiares, de recreo y turismo transitan por la madrugada y están expuestos a sufrir lo que vivieron nuestros compañeros.
“Tenemos conocimiento de la lamentable situación en distintas entidades y regiones mexicanas donde la inseguridad ha restringido de facto o incluso oficialmente, libertades de tránsito, expresión y trabajo, pero hasta este momento no considerábamos la primera cuadra de esta ciudad dentro de dichas circunstancias”, sigue la carta al gobernador Juan Sabines Guerrero.
Por lo anterior pedimos a usted tomar cartas en el asunto e informarnos de los resultados o, en su defecto, informarnos si hay medidas de excepción, horarios de toque de queda o territorios en Chiapas donde debamos asumir el ejercicio de nuestra profesión bajo nuestro propio riesgo
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