Escuelas, negocios y oficinas públicas suspenden actividades por temor a la violencia
Lunes 31 de enero de 2011, p. 34
Zacatecas, Zac., 30 de enero. En una decena de municipios del suroeste del estado, en los límites con Jalisco y Aguascalientes, rige desde la semana pasada un toque de queda no declarado que trastorna la vida de unas 150 mil personas. Las escuelas están cerradas; comercios y otros negocios interrumpen actividades por la tarde y las calles quedan desiertas desde las 18 horas.
En las cabeceras municipales de Moyahua, Juchipila, Mezquital del Oro, Joaquín Amaro, Tabasco, Huanusco, Jalpa y Apozol, así como en comunidades de Nochistlán y Villanueva, la población está aterrorizada por las constantes persecuciones, balaceras y hallazgos de ejecutados , decapitados y descuartizados en caminos rurales y carreteras.
La diócesis de Zacatecas anunció la semana pasada que se recorrieron los horarios de misa en esas localidades para que la gente no salga de noche. La sicosis se agudizó el pasado miércoles 26 al mediodía, tras los combates entre militares y bandas criminales que dejaron 13 presuntos delincuentes muertos y dos soldados heridos en la cabecera municipal de Tabasco.
A raíz de los enfrentamientos crecieron en la capital de Zacatecas las versiones de que el mismo día fueron abatidos numerosos militares, y que en el rancho La Ciénega de ese municipio se halló una narcofosa con los cuerpos mutilados de ocho personas. Pero las autoridades no informaron al respecto, ni sobre la suspensión de actividades policiacas en la zona.
Ese día los militares cerraron cinco horas un tramo de aproximadamente 65 kilómetros de la carretera federal Zacatecas-Guadalajara, entre los municipios de Jalpa y Villanueva, que flanquean al de Tabasco.
Fuentes de la Secretaría de Seguridad Pública estatal confirmaron que en las dos semanas recientes todas las corporaciones municipales de la región recibieron amenazas telefónicas y escritas de que los Cárteles Unidos iniciaron una limpia de Zetas; mientras, el gobierno de Zacatecas admitió el fin de semana que priva un estado de alerta
y se mantiene un amplio despliegue de militares y policías estatales y federales.
En un comunicado las autoridades reseñaron que en el cañón de Juchipila se mantiene el despliegue de elementos armados, lo que genera tensión entre los pobladores, al igual que en Tabasco, donde al atardecer la gente se refugia en sus hogares y concluye sus actividades.
En Jalpa las labores educativas fueron interrumpidas la semana pasada y se espera reanudarlas el lunes 31. Los establecimientos comerciales de la cabecera cierran a las 17 horas y sólo quedan abiertas algunas tiendas de abarrotes.
Sobre Apozol el boletín dice que se mantiene el estado de alerta y las escuelas no laboran. Los comercios cierran a las 16 horas; el personal del ayuntamiento hasta las 15 y desde las 18 la gente no transita por las calles
. En Juchipila hay actividades públicas hasta las 18 horas, indicó la administración del gobernador Miguel Alonso Reyes, quien el sábado inició una visita de trabajo a Japón.