Martes 1º de febrero de 2011, p. 35
El comercio informal aumentó en tres años de 15 mil a 45 mil vendedores de vía pública en la zona centro de la ciudad. De acuerdo con los registros de la delegación Cuauhtémoc, la reubicación del ambulantaje en plazas y terrenos no ha resultado para el ordenamiento y control de este sector, porque dichos espacios fueron convertidos en bodegones.
Sólo los líderes fueron los beneficiados con los programas de reordenamiento, porque en su momento a ellos les hicieron el gran negocio
, reconocieron las autoridades de dicha demarcación, y expusieron que las medidas aplicadas fueron adecuadas, pero insuficientes
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Entre los programas para ordenar el comercio informal en la ciudad estuvo la regulación del perímetro A del Centro Histórico, donde incluso se restringió la presencia de vendedores de Eje Central a Circunvalación y de Eje 1 Norte Alzate a Izazaga.
Además se propuso mejorar el comercio popular y la estrategia que se desarrolló fue reubicar en predios y plazas comerciales todos los puestos que estaban en las calles de la zona mencionada.
Sin embargo, el diagnóstico actual, expuso Agustín Torres, titular de la delegación, es: “falta de espacio para poder transitar por las avenidas o caminar por banquetas, el uso irregular de la energía eléctrica debido a la instalación de diablitos, el manejo inadecuado de alimentos, que en su mayoría no están certificados, y la basura”.
Los 45 mil vendedores que actualmente se tienen registrados deben ser reubicados, pero ya no en plazas comerciales. La propuesta de la autoridad ahora son corredores comerciales donde puedan tener cercanía con la gente, a lo que están acostumbrados.
Torres manifestó que hay familias que hacen de la vía pública un emporio comercial; entonces todo esto se debe regular y así establecer una relación de respeto institucional con los dirigentes del comercio en vía pública, porque desafortunadamente buena parte de ellos lo único que buscan es lucrar
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