Caracas, 5 de febrero. Varios miles de trabajadores se manifestaron hoy en esta capital venezolana para reclamar mejores salarios y expresar su disgusto por las expropiaciones de empresas por el gobierno del presidente Hugo Chávez. En reacción, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) convocó a una marcha de desagravio para la próxima semana.

En la manifestación participaron sindicatos de distintas ramas laborales encabezados por el de la empresa Polar, el grupo productor de alimentos que ha sido amenazado varias veces por el presidente Chávez con ser expropiado.

La marcha también estuvo acompañada por estudiantes universitarios y dirigentes políticos que protestaron por los niveles salariales frente a una inflación que en 2010 fue de 28 por ciento.

Los manifestantes reclamaron un diálogo con el gobierno para decretar un aumento salarial de al menos 40 por ciento para compensar el impacto de la inflación, dejar las peleas con las empresas privadas para promover el empleo y que se detengan las expropiaciones de empresas, pues consideran que ello incrementa el desempleo y desalienta las inversiones.

Los organizadores intentan revivir la lucha sindical independiente de la central obrera Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), que está paralizada por la falta de elecciones internas, y la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), cercana al gobierno. Líderes de la CTV afirmaron que esta marcha será el comienzo de un nuevo sindicalismo, que será autónomo de los partidos políticos y el gobierno.

Trabajadores y diputados del PSUV anunciaron para la próxima semana una concentración en apoyo al proceso de cambios del gobierno de Chávez y en rechazo a la marcha de los opositores, la que consideraron como una actividad política disfrazada de reivindicaciones salariales, así como de quinta columna de quienes defienden a los patronos.

Dirigentes del PSUV llamaron además a todos los sectores sociales a unirse en un Polo Patriótico que fortalezca el proceso revolucionario y garantice la relección del presidente Chávez en 2012.

Para el canciller Nicolás Maduro, en ese propósito resulta clave el papel de los trabajadores y la derrota de las corrientes promotoras del divisionismo.