Domingo 6 de febrero de 2011, p. 23
Estados Unidos ordenó a sus diplomáticos espiar a funcionarios de la cancillería británica para conocer detalles privados, rivalidades y tensiones internas, según cables filtrados por Wikileaks, divulgados en el diario The Daily Telegraph.
Para el rotativo londinense, las revelaciones aportan más luz sobre la llamada relación especial entre el Reino Unido y la Casa Blanca, de los tiempos del republicano George W. Bush, que se han visto empañadas, en apariencia, con el nuevo gobierno del demócrata Barack Obama.
El Departamento de Estado tenía interés en obtener información sobre los lazos de Ivan Lewis –secretario de Estado de la cancillería– y el entonces canciller británico David Miliband, así como de otros diplomáticos, señala un cable secreto de 2009, filtrado por Wikileaks.
Las solicitudes de Washington se remontan tras dos meses del nombramiento de Lewis en 2009.
Acuerdo en lo oscurito
Otro despacho, revelado por la página del australiano Julian Assange, afirma que Washington se comprometió a entregar a Moscú secretos sobre los arsenales nucleares del Reino Unido, cuestión presumiblemente vinculada a la firma del nuevo START entre Moscú y Washington.
Analistas dicen que dicho acuerdo ruso-estadunidense socava la política británica de mantener en secreto el poder de disuasión del país con los misiles estratégicos Trident.
Las conversaciones entre bambalinas están contenidas en más de mil 400 cables confidenciales, de febrero de 2009, sobre el intercambio de la embajada de Estados Unidos en Londres y el Departamento de Estado, según el diario.
The Daily Telegraph asumió la publicación de los cables filtrados por Wikileaks tras la ruptura de Assange con The Guardian, atribuida al nuevo libro biográfico En el interior de la guerra sobre el secreto de Julian Assange (Wikileaks: Inside Julian Assange’s War on Secrecy), de los periodistas David Leigh y Luke Harding.