El pasado martes se iniciaron las mesas redondas dedicadas a analizar la situación del cine mexicano en el Distrito Federal. Fueron organizadas en el contexto de Cine Capital Festival Internacional de Cine en la Ciudad de México (FICCMéxico), que reúne a especialistas de la industria cinematográfica.

En la primera mesa, ¿Qué discurso fílmico es necesario impulsar en la ciudad de México? participaron Mónica Lozano, presidenta de la Asociación Mexicana de Productores Independientes; Gonzalo Elvira, titular de la Asociación Mexicana de Productores; Sergio Olhovich, presidente de Fecinema, el Instituto Ruso Mexicano de Cine y Actuación, así como el productor Leonardo Zimbrón.

Atacar la piratería

Los participantes concluyeron que se debe crear un canal de televisión local que transmita exclusivamente cine mexicano, 24 horas al día, así como más pantallas comerciales de exhibición con accesos a bajo precio, apoyo a proyectos, así como atacar a la irresponsable piratería.

Mónica Lozano dijo: “Hay maneras de detonar en la ciudad condiciones para el cine. Una es que si un exhibidor tiene un complejo cinematográfico y dedica una pantalla importante para el cine diverso y plural –incluido el mexicano–, que se le dé un estímulo fiscal, que por la vía local es un impuesto predial. La idea es que estos complejos operen de manera profesional y sea una infraestructura de calidad que no demerite en nada con los conjuntos cinematográficos del país”.

Víctor Ugalde, presidente de la Sociedad Mexicana de Directores, organizador y moderador de la mesas, precisó: Urge meter segunda, tercera y cuarta velocidades para lanzar un canal local y que se le destinen suficientes recursos. Hay que hacer una suma de esfuerzos; ir de la mano con las autoridades, tener una diversidad de plataformas de lanzamiento de nuestras películas y si hay una sala de 16 mm en un pueblo, hay que aprovecharla porque todo suma.

Leonardo Zimbrón por su lado aseguró: Además, es importante que podamos hablar de una industria sana en nuestro país. Podemos aprovechar todas las plataformas, pero depende de nosotros entregar nuevas historias, y del público no prejuzgarlas y darse la oportunidad de verlas.

Gonzalo Elvira consideró que el gobierno, mediante los diferentes canales de comunicación, debe estimular al público para que vaya a ver cine mexicano y a su vez atacar el problema de la piratería que repercute en toda la sociedad y contó una anécdota: Un día andaba cerca de Teléfonos de México; cerca había un puesto de piratería y una patrulla de policías que platicaban con los del puesto.

Ugalde atajó en este punto. Dijo que por desgracia la piratería es la opción de consumo cuando los precios oficiales en las salas marginan. Es un delito federal que debería ser perseguido por el gobierno de la Federación. Necesitamos políticas públicas incluyentes, y éstas no se están dando. La gente compra los estrenos de la semana para sentirse incluida, y por eso hay una demanda potencial de estos siete u ocho estrenos de cada ocho días.

Agregó: Hay ciertas características por colonias: entre más kilómetros te alejes de Tepito más caro sale. Ahí te vale cinco o 10 pesos un ejemplar de película; en la Nápoles sube a 15 o 20; en San Ángel 20 o 25, y en una colonia popular de la periferia vuelve a bajar el precio, y es de 15 pesos. Sí hay demanda por el cine nacional, pero curiosamente la oferta no ayuda.

Copia agotada

El director Sergio Olhovich respaldó lo anterior. Habló de su trabajo Cómo fui a enamorarme de ti (1990), película protagonizada por Los Bukis. Conservo una copia pirata de todas mis películas, pero la que no he podido encontrar es ésta porque se agota inmediatamente, y esto se debe a que la gente la agota cada vez que sale. Incluso, he mandado a mis alumnos a que la busquen a Tepito y regresan derrotados.

Olhovich propuso a las autoridades del país impulsar la creación de salas de cine que proyecten películas mexicanas a 25 pesos por boleto, a fin de evitar luchar más contra los 50 o 60 pesos que cobran los complejos cinematográficos, lo cual, dijo, es un exceso.

Exhortó a las autoridades locales a que: En lugar de crear una nueva escuela de cine apoyen las que hay, porque en la mía los estudiantes llegan sin desayunar. Incluso, el Fidecine nos apoyó con 10 millones de pesos para hacer una película de las condiciones de los estudiantes de cine, y la Secretaría de Educación del gobierno local nos prometió cinco millones más, pero cambiaron de funcionario y nos quedamos en el limbo.

En otra intervención, Víctor Ugalde informó que la ciudad de México posee mil 100 de las cinco mil pantallas que hay en todo el país, lo cual se traduce en 22 por ciento de las existentes; sin embargo, “cuando se habla de facturación sube a 30 por ciento y si de espectadores se trata, sube a 35 por ciento, lo cual es un alta densidad de posibles compradores.