La situación de los derechos humanos en Jalisco atraviesa un periodo de decadencia, caracterizado por discriminación contra sectores vulnerables como las minorías sexuales, agresiones contra el territorio y las costumbres de los pueblos indígenas; megaproyectos económicos que perjudican a las comunidades y ataques contra periodistas.

El más reciente informe del Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (Cepad) da cuenta de múltiples violaciones contra las garantías individuales de los ciudadanos jaliscienses y la ineficiencia de la Comisión Estatal de Derechos Humanos.

En entrevista, César Pérez, encargado del área de defensa estratégica del Cepad, explicó que esa organización ha realizado durante tres años un estudio basado en casos especialmente de tortura, detenciones arbitrarias y otros abusos graves.

Hemos percibido una decadencia de las autoridades estatales y municipales en diversos aspectos. Uno de ellos es la violencia contra los grupos de diversidad sexual, a tal punto que el mismo gobernador Emilio González Márquez se ha referido a los gays de manera denigrante, seguido del cardenal Juan Sandoval Íñiguez, sin que haya una ley que los sancione, afirmó.

Además, la organización ha constatado cómo los derechos de los pueblos indígenas, en particular los huicholes o wixárika, son violados constantemente, sobre todo sus territorios sagrados, donde se pretende construir carreteras.

En cuando a la protección del ambiente, vemos cómo el gobierno, de forma autoritaria, pretende construir presas en poblados donde la gente no es consultada, como en Temacapulín, donde ya se han iniciado las obras.

Sumado a lo anterior, en Jalisco se ha registrado un aumento considerable de ilícitos del fuero común, la mayoría de los cuales ni siquiera se investiga, y se ha recrudecido la violencia contra periodistas y promotores de las garantías individuales.

La Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco, agregó, justifica los errores de las autoridades y reporta menos quejas ciudadanas, lo cual hace pensar en encubrimiento, aseveró Pérez.