Creciente demanda y condiciones climáticas encarecen comestibles
Domingo 13 de febrero de 2011, p. 25
Dakar, Senegal, 12 de febrero. Las revueltas en el mundo árabe son sólo una muestra de la inestabilidad que enfrentan otros estados pobres, a menos que se busque resolver una crisis alimentaria mundial, advirtió el economista Jeffrey Sachs, director del Earth Institute en la Universidad de Columbia en Estados Unidos.
El enojo popular frente a los crecientes precios de los alimentos ha sido un ingrediente explosivo en la mezcla de quejas que provocó la caída de los presidentes de Túnez y Egipto y ahora está poniendo presión sobre las autoridades en Argelia y Jordania.
Sachs, un antiguo asesor de gobiernos y agencias mundiales en la lucha contra la pobreza, dijo que las razones fundamentales se aplican a lo largo de la ya inestable faja de estados que va desde Irak, a través del Sahara, a las costas de África occidental.
No se trata sólo de los Hermanos Musulmanes y no se trata sólo de política
, señaló Sachs en una entrevista sobre lo que llamó una preocupación demasiado escasa en occidente sobre el clima que está beneficiando la influencia del grupo islámico.
Esto es sobre hambre, sobre pobreza, sobre producción de alimentos, sobre un cambio de la economía mundial. Ésta es una gran franja de 10 mil millas (16 mil kilómetros) de inestabilidad potencial
, dijo Sachs.
Los precios internacionales de los alimentos seguidos por la agencia de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) tocaron niveles récord en enero, debido a que la combinación entre una creciente demanda y erráticas condiciones climáticas condujeron a comestibles clave como el trigo a máximos de dos años y medio.
Sachs, autor del éxito editorial de 2005 El final de la pobreza, asegura que es posible erradicar la extrema pobreza para 2025. Sostiene que el posible surgimiento este año de China como importador de alimentos sólo empeoraría las cosas para estados africanos pobres que ya dependen fuertemente de las compras de comestibles, a causa de la debilidad de sus sectores agrícolas.
Ellos no pueden permitirse vivir de las importaciones de granos con los precios internacionales y esos precios se van a mantener altos e inestables
, afirmó y advirtió sobre conflictos sociales que podrían provocar inestabilidad política en una región del mundo ya intranquila.
Sachs dijo que tales condiciones crearon un caldo de cultivo para inseguridad, apuntando a los recientes ataques y secuestros de los que responsabiliza a aliados de Al Qaeda en Níger y Mauritania como una señal de que la influencia del grupo se extiende al oeste.