Permanecerán en el país caribeño con licencia extrapenal
Quedan en la cárcel sólo siete de los 75 que fueron condenados en 2003
Domingo 13 de febrero de 2011, p. 30
La Habana, 12 de febrero. Los opositores Héctor Maseda y Ángel Moya, dos de los 75 cubanos sentenciados en 2003, fueron liberados este sábado, con lo cual se reducen a siete los integrantes del grupo que todavía siguen en prisión, luego de las gestiones de la Iglesia católica que han permitido excarcelar a la mayoría de esos presos desde julio del año pasado.
Ambos activistas son los esposos, respectivamente, de Laura Pollán y Berta Soler, las dos más notorias dirigentes de las llamadas Damas de Blanco, como se conoce al movimiento de familiares del grupo de los 75.
Maseda y Moya se rehusaban a dejar la prisión si no se cumplían dos condiciones: que antes salieran otros de sus compañeros enfermos y se les soltara sin condiciones. En esa forma rechazaban la fórmula legal con la que finalmente abandonaron la cárcel, la licencia extrapenal, que reconoce motivos de salud, pero que mantiene vigente la sentencia.
No lograron esos reclamos, pero en cambio obtuvieron la permanencia en Cuba, luego que rechazaron exiliarse en España, el camino que han aceptado otros 40 de los sentenciados en 2003.
Salí contra mi voluntad
, dijo Maseda, de 68 años, y añadió que reanudará su actividad opositora contra el gobierno.
Maseda cumplía una condena de 20 años de prisión. Agentes de seguridad lo llevaron a su casa del viejo barrio de Centro Habana, la misma que le sirvió a su esposa como cuartel general de las Damas de Blanco.
Su salida sorprendió a Pollán en la provincia de Pinar del Río, donde fue a visitar a Eduardo Díaz Fleitas, otro de los 75, quien fue liberado el viernes. El matrimonio pudo reunirse al caer la tarde, sólo para salir precipitadamente, junto con Soler, al enterarse de que Moya estaba en su casa, en el barrio periférico de Alamar.
Con 68 años, Maseda tiene cuatro hijos de matrimonios anteriores. Es ingeniero electrónico, maestro masón de grado 33 en el rito escocés y miembro de la Orden Rosacruz. Fue investigador en física nuclear en el Centro Nacional de Investigaciones Científicas hasta 1983, cuando lo declararon sin confiabilidad política
.
En 1989 comenzó su actividad opositora en un grupo que se define como liberal y que todavía encabeza. En la prisión escribió Enterrados vivos, un libro sobre su experiencia carcelaria, que circula fuera de la isla.
Moya, de 46 años y condenado a 20, tiene dos hijos con Berta Soler. Era un obrero de la construcción cuando se unió en 1996 a un movimiento opositor.