La cantidad de decesos que ha dejado el combate gubernamental al crimen organizado indica que se debería replantear la estrategia, consideró el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa. Si ha habido tantos muertos, a lo mejor replantear la estrategia sería bueno, porque el número de muertos sigue creciendo; es triste escuchar que hay 15, 20, 50, 60, 80 muertos, en una jornada en diferentes lugares. Ojalá esto no se siga extendiendo... hay que hacer algo.

En Durango el nuncio apostólico en México, Christophe Pierre, también se refirió al tema de la violencia y dijo que mientras los ciudadanos sigan necesitando la ayuda de los sacerdotes, éstos no abandonarán a ninguna comunidad asolada por la delincuencia. La Iglesia no se retira de ningún lugar, la misión nuestra es estar con la gente.

En conferencia de prensa ofrecida al concluir la celebración religiosa de la peregrinación anual del arzobispado poblano a la Basílica de Guadalupe, Sánchez Espinosa se pronunció porque las acciones de los cuerpos policiacos y militares en contra del narco no deriven en abusos hacia los ciudadanos.

Al respecto comentó que en su viaje desde Puebla al DF pasaron por tres retenes, en los cuales les exigieron a él y a los sacerdotes que lo acompañaban abrir la cajuela y las maletas, donde llevaban unas bolsitas de azúcar con la imagen de la Guadalupana que les habían sido regaladas por los fieles, las que despertaron las sospechas de los federales.

Nos pidieron que se abrieran y añadió que con insistencia le preguntaron si consumían tanto de ese producto. Agregó que sus acompañantes les dijeron a los militares que era el arzobispo de Puebla, pero la desconfianza no mermó, pese a que iba vestido con alba blanca, cruz pectoral y solideo episcopal.

La gente aún confía en la Iglesia

El nuncio aseguró que ante la creciente violencia en lugares como Matamoros los ciudadanos dan gracias porque las puertas de la Iglesia sigan abiertas, y afirmó que ante la inseguridad lo primero que hace la población es encontrar la paz en la búsqueda de Dios. La gente busca darle un sentido a su vida y acercarse a Dios ante una situación difícil, y se acerca porque es una institución en que la gente todavía confía, de hecho más que en cualquier otra institución

Pierre descartó que la Iglesia haya sido rebasada por la delincuencia, pero comentó que el peligro existe, y aunque la Iglesia sufre también los ataques delictivos, lo que más la afecta es que sea la sociedad la que los sufra.