Después de los ataques contra la población civil y edificios públicos del municipio de Padilla, Tamaulipas, con saldo de 18 muertos, la madrugada de este martes aparecieron al menos tres mantas en el centro de Ciudad Victoria con mensajes en los que La Unidad Zeta se deslinda de los atentados y se los atribuye al cártel del Golfo.

Una de las mantas fue colocada a dos cuadras de palacio de gobierno, otra por el estadio Marte R. Gómez y la tercera cerca de la Torre de Cristal. En las leyendas, La Unidad Zeta se desmarca de las acciones violentas, que califica de “actos de cobardía contra el pueblo de Padilla, los cuales fueron victimados por integrantes del Cartel (sic) del Golfo”.

Acusan al grupo rival, encabezado por El Viento y El Cachetes, que al sentirse derrotados se desquitaron con la población civil. Los mensajes fueron retirados por elementos del Ejército.

Luego de la incursión, la noche del domingo, de un grupo se sujetos armados en Padilla, donde ametrallaron la alcaldía, la comandancia, un juzgado, un autobús y un automóvil particular, por segundo día consecutivo se suspendieron las actividades escolares y comerciales.

La alcaldía permaneció cerrada y el personal no acudió a laborar. El alcalde panista Eduardo Alvarado les dijo que no se presentaran a trabajar hasta nuevo aviso. Sólo un grupo de albañiles comenzó la reparación de las fachadas del ayuntamiento, la comandancia de policía y un juzgado.

Las calles de esa localidad, ubicada 50 kilómetros al norte de Ciudad Victoria, son patrulladas por militares y policías federales. Los habitantes continúan aterrados por los ataques contra la población civil que dejaron 11 muertos, además de siete cuerpos de hombres ejecutados, ultimados en otro sitio, que el comando arrojó en la plaza principal de la demarcación.

Pánico en Matamoros

La ciudad fronteriza de Matamoros amaneció este martes como pueblo fantasma: escuelas vacías y comercios cerrados, luego que la noche del lunes desconocidos hicieron explotar una granada en una tienda de ropa del centro, con saldo de 12 personas heridas, de las cuales nueve fueron hospitalizadas, entre ellas una niña.

La mañana de este martes, una llamada anónima alertó sobre la eminente detonación de un explosivo en la sede de la presidencia municipal, por lo que más de 700 trabajadores fueron desalojados, señaló el secretario del ayuntamiento, Israel de León.

Soldados y agentes de las corporaciones locales buscaron el supuesto artefacto explosivo y casi a mediodía se comprobó que se trató de una falsa alarma.

No obstante, Gabriel López, jefe de la policía, determinó redoblar la vigilancia.

El gobernador de Tamaulipas, Egidio Torre Cantú, visitó ayer por la mañana el municipio de Tula, donde se reunió con los alcaldes de esa localidad y de Bustamante, Miquihuana, Palmillas y Jaumave, a quienes prometió apoyos para desarrollar acciones que hagan más rentable y productiva la región.

Aunque esta zona –una de las más pobres de la entidad– registra bajo índices de seguridad, el mandatario priísta fue resguardado por cientos de policías y escoltas, pero los pobladores rompieron las vallas de seguridad para presentar sus demandas al gobernante.