Rompieron vidrios y se deslizaron con cuerdas, explica el ministro de Antigüedades
como en una película: Zahi Hawass
La UNESCO lanza alerta a galeristas y coleccionistas tras el robo de obras en el país árabe
Jueves 17 de febrero de 2011, p. 5
El Cairo, 16 de febrero. Casi se podría hablar de suerte dentro de la desgracia: el Museo Egipcio, que el próximo sábado abrirá sus puertas de nuevo al público, fue asaltado durante las protestas en el país, pero sólo se produjeron daños mínimos. Los ladrones se portaron como aficionados, aunque lo que sí ha quedado cuestionada es la seguridad del lugar, que alberga una de las colecciones más importantes del mundo de arte antiguo.
Los ladrones que robaron piezas de mucho valor aprovecharon las manifestaciones para entrar por un ventanal y bajar con cuerdas, como en una película
, contó Zahi Hawass, ministro de Antigüedades de Egipto.
Subieron por escaleras de emergencia exteriores, rompieron el vidrio y bajaron unos 10 metros deslizándose a lo largo de las cuerdas
, explicó el también secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades, quien posaba orgulloso delante de la máscara funeraria de Tutankamón, obra de oro macizo con piedras semipreciosas que data del siglo XIV aC. Es una de las piezas estelares de ese recinto.
Ven ustedes
, decía a los periodistas convocados para visitar el museo. No fue robada, no fue dañada. Tampoco se le hizo nada a ninguna de las momias
, aseguró.
Tres semanas después de que arrancaron las protestas que provocaron el viernes pasado la dimisión de Hosni Mubarak, los trabajadores del museo realizan un inventario, pues en plena revuelta hubo el 28 de enero enfrentamientos entre opositores al régimen y la policía, cuando unos asaltantes se infiltraron en el museo.
De las ocho piezas que se creía que habían sido robadas, faltan cinco, entre ellas una estatua de Tutankamón en madera y recubierta de oro, una de piedra caliza del faraón Akenatón y una figura de Nefertiti. Además, falta un grupo de 10 pequeñas estatuillas que se exhibían en el museo.
Colección de 125 mil objetos
El director del recinto, Tark Al Awadi, guió a los periodistas a la sala en el piso superior donde los ladrones entraron primero.
La luz penetra por una galería redonda y se puede ver una parte un poco abierta. Algunos representantes de la prensa comentaban admirados lo fácil que puede resultar ingresar al museo, también cuando no hay altercados en las calles.
Por aquí se colaron con cuerdas
, explicó Zahi Hawass. Eran principiantes. Querían sólo oro. Era de noche y aquí estaba todo muy oscuro. No veían nada, rompieron las vitrinas y tiraron al suelo las obras expuestas cuando veían que no eran de oro.
Al parecer encontraron en el suelo 70 obras de arte y unas 25 resultaron dañadas. Ya pasaron por las manos de los restauradores del museo, explicó Al Awadi.
Lo que sí ha sido restaurado y recolocado es un bote de madera de un metro de largo, de la tumba de Meseti, una obra de unos 4 mil años de antigüedad.
El marco dorado para la momia de la reina Tuya no se lo llevaron los ladrones, pero cayó en el suelo y se agrietó, aunque ya ha sido restaurado.
Los ladrones no dieron con la máscara funeraria de Tutankamón u otras piezas de oro. El ejército entró en el momento justo
, subrayó el director del museo. Fueron detenidas nueve personas. Dos se lesionaron cuando intentaron saltar el muro.
Después de lo ocurrido, manifestantes y soldados protegieron el museo, cuya colección de 125 mil objetos es una de las más importantes de arte egipcio del mundo. En términos comparativos, las pérdidas y los daños resultan mínimos.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la cultura (UNESCO) pidió el miércoles a galeristas y coleccionistas que estén alerta
tras el robo de obras en Egipto para impedir que caigan en manos inescrupulosas
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