En México se diagnostican entre 8 mil y 10 mil casos anuales de cáncer de pulmón, la mayoría de los cuales se detectan en fase muy avanzada, por lo cual es de las enfermedades con más alto índice de mortalidad en el país.

Así lo afirmó Óscar Arrieta, subdirector de investigación básica del Instituto Nacional de Cancerología (INC), quien advirtió que dicha cifra podría ser mucho mayor, y que incluso para 2030 podría llegar a duplicarse, a causa del agotamiento del bono demográfico.

Durante la presentación del primer protocolo de investigación en pacientes mexicanos con cáncer de pulmón, el especialista anunció que en los próximos meses comenzará a aplicarse un estudio en 15 centros de salud de toda la República, que beneficiará a 150 pacientes.

Este esquema consiste en administrar a los enfermos un medicamento molecular de última generación, diseñado por un laboratorio internacional, que podría ayudarlos a mejorar su calidad de vida y extender su periodo de supervivencia, al reducir el tamaño de los tumores que se alojan en ciertas partes del cuerpo.

Arrieta explicó que en los estados del norte del país la incidencia de este tipo de cáncer es más alta, debido quizá a los mayores índices de tabaquismo en dicha zona, y que aunque esta enfermedad todavía afecta más a los hombres, la cantidad de mujeres que la padecen va en aumento.

Este mal –provocado también por la exposición al humo de leña– se detecta en una fase temprana sólo en 1.2 por ciento de los casos, por lo que suele ser fulminante en la mayoría de los enfermos, cuya edad promedio en el país es de 60 años, cinco menos que en naciones industrializadas.

Sin ningún tratamiento, los pacientes tienen una sobrevida después del diagnóstico de sólo cuatro meses, mientras que con una terapia adecuada, este periodo se puede extender hasta los 15 o 16 meses, y con mejores condiciones generales para los afectados, aseveró.

Por su parte, el director general del INC, Alejandro Mohar, alertó que en 20 años es probable que los casos de cáncer de pulmón se dupliquen, por lo que llamó a intensificar la realización de estudios multicéntricos para desarrollar nuevas estrategias clínicas en el combate a la enfermedad, además de garantizar el abasto de medicamentos.