El esquema de resiembra en Sinaloa es insuficiente para recuperar la producción de maíz blanco perdido por las recientes heladas en el norte del país, por lo que México deberá importar, a precios caros, alrededor de 2 millones de toneladas de granos, advirtieron expertos en asuntos agropecuarios y organizaciones del campo.

La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación informó que hasta el jueves se habían resembrado 132 mil 173 hectáreas de cultivos, principalmente maíz. El reporte detalla que se resembraron 122 mil 434 hectáreas de maíz blanco, 9 mil 179 de sorgo, 75 de cártamo y 484 de otros cultivos.

Las previsiones oficiales contemplan resembrar de 260 mil a 300 mil hectáreas, de un total de 440 mil que se estima fueron dañadas por las bajas temperaturas causadas por el frente frío 26. El gobierno federal pretende recuperar hasta 3 millones de toneladas de maíz blanco, 2.4 millones de ellas por resiembra y unas 600 mil de la cosecha que quedó en pie.

Según pronósticos del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias se tiene hasta el 10 de marzo para realizar una resiembra exitosa en Sinaloa, debido a las condiciones de clima y abastecimiento de agua.

Manuel Villa Issa, investigador del Colegio de Posgraduados, aseguró que lo ocurrido en Sinaloa no tiene que ser causa de desabasto en este momento. Hay especulación, pues el maíz que se heló en Sinaloa en realidad se iba a cosechar hasta mayo, por lo que México tendrá que aumentar importaciones de granos, que actualmente ascienden a 10 millones de toneladas, comentó.

Manifestó que en el mercado internacional de alimentos las proyecciones para los próximos 10 años son de permanente inestabilidad de precios, por lo que como país nos queda cuidar y trabajar al campo, y diseñar políticas inteligentes que permitan aumentar la producción interna.

Jaime Matus, investigador de la misma casa de estudios, refirió que por la helada que cayó en Sinaloa, México se orienta a una crisis alimentaria, debido a que los precios de los alimentos básicos suben más rápido que la capacidad de gasto de gran parte de la población.

Se trata, detalló, de un problema agregado, pues integra elementos de carácter económico, de generación de fuentes de empleo y negocios, entre otras.

La Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos exigió medidas que además de ayudar a disminuir las pérdidas por factores climáticos, resuelvan el problema estructural que enfrenta el sector agrícola y con ello frenar la caída en la producción de alimentos.