Al iniciarse el segundo periodo de sesiones ordinarias en la Cámara de Diputados el trabajo legislativo se ha rezagado en proporciones significativas a causa del ausentismo de los legisladores en las reuniones convocadas para dictaminar iniciativas o reformas legales.

De tal forma, la mayoría de los diputados federales acuden a laborar en el Palacio Legislativo de San Lázaro tres días a la semana –de martes a jueves– so pretexto de realizar trabajo en sus comunidades de origen o cumplir con compromisos adquiridos con antelación.

El resultado de la escasa producción de leyes que se ha observado en los últimos meses revela que los diputados colocan por encima de su principal responsabilidad los intereses individuales o de grupo al que pertenecen en sus partidos.

El ausentismo marca constantemente el trabajo en comisiones y comités legislativos a tal grado que la Comisión de Hacienda en San Lázaro se reunió una sola ocasión de septiembre a noviembre del año pasado, cuando le tocó resolver parte del paquete económico del presente.