En la plaza de Santo Domingo, en el centro de la ciudad, sólo se requieren 20 minutos y 2 mil pesos para obtener un acta de nacimiento y una credencial de elector falsificadas. Decenas de jóvenes ubicados a lo largo de la calle República de Brasil y en los portales de la plaza ofrecen a los transeúntes cualquier documento. Hacemos de todo: facturas, actas, certificados, títulos, cédulas profesionales, lo que quieras, afirman los llamados coyotes.

Toda la operación se realiza en plena vía pública, incluso la entrega de los documentos se hace frente a elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSP-DF), no te preocupes, ellos nada más están aquí por los ambulantes, dice un joven que se identifica como Tommy.

“No eres tira o federal, ¿verdad?”, pregunta cuando se le cuestiona sobre el costo de un acta de nacimiento. Si es de aquí (del DF) mil pesos, pero te la doy troquelada y todo, si el documento tiene como lugar de expedición alguna otra entidad, el precio disminuye a 800 pesos.

Una credencial de elector de PVC tiene un costo de mil 200 pesos, pero nada más te sirve como identificación, advierte. Si la quieres para usarla en el banco te cuesta 2 mil 500 pesos, explica Tommy, quien asegura que con esos documentos se puede tramitar un pasaporte o hasta una visa, lo que quieras. Una cédula profesional y un título los dos te los dejo en 6 mil pesos.

Luego de regatear, el joven acepta 500 pesos por un acta de nacimiento y le pide al cliente que escriba en un papel a nombre de quien estará el documento. No te puedo meter al taller, pero vamos juntos y me esperas en la calle, dice. El coyote se dirige a la calle de Palma, y se introduce a un establecimiento, sin razón social, pero en el que diversos letreros señalan que se hacen impresos.

El joven sube unas escaleras y en sólo unos minutos sale del lugar. Acompañado del cliente, se dirige al punto donde se le encontró, en la calle República de Brasil, donde de entre sus ropas saca el acta de nacimiento, supuestamente expedida y con el sello del Registro Civil del municipio de Teratan, Michoacán.

Durante 2010, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), emprendió mil 90 averiguaciones previas por uso y falsificación de documentos, actas de nacimiento, defunción, divorcio, folios reales de inmuebles, escrituras, títulos, cédulas profesionales y hasta tarjetas de crédito y débito.

Además de Santo Domingo, los coyotes también operan en las inmediaciones de los registros Civil y Público de la Propiedad y el Comercio, ofreciendo conseguir los documentos o la alteración de los registros relacionados con algún inmueble, en complicidad con servidores públicos.

En cuanto a las tarjetas bancarias, quienes se dedican a esta actividad, en algunos casos venezolanos, se introducen a un cajero automático, colocan un escáner en la parte superior de la pantalla y un esquíner en la ranura donde se introducen los plásticos, con el fin de obtener los datos de las mismas, como números confidenciales. Posteriormente realizan retiros en efectivo en otros cajeros, utilizando los datos obtenidos en tarjetas en blanco llamadas palomas.