Kunduz, Afganistán, 21 de febrero. Al menos 31 personas murieron este lunes en un ataque suicida contra una oficina gubernamental en la provincia de Kunduz, norte de Afganistán, y otras seis, de una misma familia, en un ataque de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que erró el blanco en Nangarhar, localidad fronteriza con Pakistán.

El atentado de Kunduz ocurrió poco después del mediodía, cuando mucha gente hacía fila en las oficinas de la administración del distrito de Imam Sahib para gestionar documentos.

El número de muertos se eleva a 31, dijo Mohamed Ayob Haqyar, gobernador del distrito, quien precisó que hay 39 heridos.

Zabihulá Mujahid, vocero de los talibanes, reivindicó el ataque al afirmar que estaba dirigido a un centro de reclutamiento del ejército.

La provincia de Kunduz es considerada particularmente inestable respecto de las otras zonas del norte de Afganistán, relativamente más tranquilas que los bastiones insurgentes del este y del sur, pero en la que los rebeldes han ganado terreno en los últimos dos años.

Los insurgentes multiplicaron los atentados desde fines de enero, causando al menos cien muertos.

Por otro lado, seis miembros de una familia afgana murieron el domingo por la noche en un ataque de la OTAN que alcanzó por error su casa, afirmaron autoridades de la provincia de Nangarhar, fronteriza con Pakistán

El domingo, el presidente afgano Hamid Karzai atribuyó a la fuerza de la OTAN en Afganistán (ISAF) la muerte de unos 50 civiles durante los cinco días de un operativo en la provincia aledaña de Kunar, que aún no ha terminado.

Al respecto, The Washington Post señaló que los aviones no piloteados de la CIA mataron al menos a 581 islamitas en Pakistán el año pasado, pero sólo dos figuraban en la lista de los más buscados, por lo que este tipo de ataques son poco eficaces.

Autoridades paquistaníes informaron que el estadunidense Raymodn Davis, quien a finales de enero mató a dos hombres y alegó legítima defensa, trabajaba clandestinamente para la CIA.