La estructura data de 1481 a 1486 dC, informan arqueólogos
Viernes 25 de febrero de 2011, p. 4
Un equipo de arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) localizaron una nueva etapa constructiva del templo dedicado a Ehécatl- Quetzálcoatl, dios del viento, en la calle de Guatemala, en el Centro Histórico.
Durante las excavaciones, como parte del Programa de Arqueología Urbana (PAU), se detectó la estructura que data de los años 1481 a 1486 dC.
Los vestigios descubiertos consisten en un muro del cuerpo circular del basamento y restos de estuco. Con este hallazgo suman ya tres las fases de construcción del antiguo adoratorio localizado el año pasado en un predio de la calle de Guatemala, detrás de la Catedral Metropolitana.
Hasta la fecha los arqueólogos han excavado 30 de los 34 metros de longitud de la plataforma del que se considera fue el adoratorio prehispánico más importante utilizado por los mexicas para rendir culto al dios del viento.
Plataforma y cuerpo circular
Raúl Barrera responsable del PAU, dijo que los nuevos vestigios corresponden de manera cronológica a la fase V del Templo Mayor (1481 a 1486 dC), la cual se suma a las dos de la edificación descubiertas en enero de 2010, de las cuales La Jornada informó en su oportunidad.
Durante su participación en el ciclo de conferencias conmemorativas por los 33 años del descubrimiento del monolito de la Coyolxauhqui, el arqueólogo informó que durante la primera temporada de exploraciones realizadas en torno a dicha edificación prehispánica, se ha logrado avanzar en la excavación y consolidación de ese templo prehispánico formada por una plataforma y un cuerpo circular adosado.
“En 2010, cuando se halló el templo –explicó Barrera–, se pensó que tenía un diámetro de 14 metros y tras la excavación se ha establecido que en realidad son 18 metros.
El templo de Ehécatl-Quetzalcótl, añadió, es uno de los más representativos de la época precolombina, pues todo indica que su frente principal, con su templo circular, estaba dirigido al Templo Mayor, concretamente hacia el lado del adoratorio a Tláloc.
Raúl Barrera informó que en documentos históricos los cronistas fray Bernardino de Sahagún, Diego Durán y Bernal Díaz del Castillo describen que la entrada principal de ese templo tenía la forma de fauces de una serpiente y por ahí accedían los guerreros y los sacerdotes.