El secretario de Economía, Bruno Ferrari, anunció que se inició una docena de investigaciones contra empresas comercializadoras por encarecer e incluso esconder el maíz y advirtió que a los implicados podrían imponérseles multas de 80 millones de pesos y sentencias de tres a 10 años de cárcel, según lo estipulado en el Código Penal Federal.

La Constitución es clara al establecer que la ley castigará severamente, y las autoridades perseguirán con toda eficacia, toda concentración o acaparamiento que tenga por objeto obtener un alza en los precios, señaló en la tercera conferencia de prensa a la que convoca desde diciembre, cuando comenzó a subir el precio del maíz. Al igual que en las otras ocasiones, se hizo acompañar de industriales del ramo y del secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, Francisco Mayorga.

Por “temor, por aprovecharse o práctica incluso –dijo Ferrari–, una minoría de comercializadoras ha aprovechado esta confusión para incrementar el precio de la tonelada de maíz y sus derivados”; sin embargo, no quiso revelar nombres de las empresas investigadas. Esta investigación es independiente de la relacionada con denuncias por colusión de precios, que ya realiza la Comisión Federal de Competencia (CFC) desde enero.

Aumento excesivo al precio de la tortilla, sólo en algunos estados

El funcionario reiteró que no hay desabasto ni alza generalizada del precio de la tortilla, pues el promedio nacional es de 10.34 pesos, sólo 37 centavos más que al cierre de 2010.

Sólo algunos estados sufren incrementos, muchas veces injustificados, pero hay precios mínimos, como en Puebla, donde la tortilla se vende a 8.64 pesos; Tlaxcala y el estado de México, a 9 pesos, y el Distrito Federal, en 9.19 pesos. Hay precios máximos en Morelos, donde ha llegado 14 pesos; Baja California, 13.20 pesos, y Sonora, 13.10, detalló.

El secretario enfatizó: No toleraremos abusos contra los consumidores, pero no controlamos precios, y apeló a la fuerza del consumidor para que denuncie cualquier abuso.

Cuando se le insistió en que la tortilla se vende más cara de lo que indican las revisiones oficiales, Ferrari respondió: No sé cuál sea el recorrido que hayan hecho, pero el más sólido que existe es el que tenemos nosotros porque hablamos de todo el país y de miles de tortillerías en un muestreo diario; son los datos duros y reales.

Nunca respondió cuántas de las 70 mil tortillerías que se calcula que existen en el país están incluidas en esa revisión, de la cual se obtiene el promedio nacional; en cambio, propuso que se imparta un curso a los reporteros para que constaten que no hay nada más creíble que el monitoreo que nosotros tenemos.

Anuncian compra de 700 mil toneladas

Francisco Mayorga y los empresarios José Cacho Ribeiro, director de Minsa y vocal de la Cámara Nacional del Maíz Industrializado, y Javier Sobrino, director de la comercializadora Portimex, coincidieron con Ferrari en que no hay desabasto de maíz.

Sin embargo, los secretarios anunciaron que se importarán en principio 700 mil toneladas, principalmente de Estados Unidos, pero también se buscará traerlo de Sudáfrica, Canadá, Argentina o Brasil, para cubrir el déficit de Sinaloa y complementar la producción que se espera de Tamaulipas y de Chihuahua.

Mayorga explicó que con la resiembra en Sinaloa se prevé obtener una producción de 23.3 millones de toneladas de maíz blanco en 2011. Antes de las heladas se calculaba que la cosecha ascendería a 25 millones de toneladas, pero de no haberse tomado las medidas de emergencia para entonces sólo se habrían conseguido 20 millones.

Según el secretario la tonelada de maíz ha subido de 2 mil 600 a 5 mil 200 mil pesos de junio del año pasado a la fecha, pero aseguró que fue por factores internacionales, así que las presiones se hubieran dado aun si no se hubieran perdido cosechas en Sinaloa.

Javier Sobrino, director de Portimex, aclaró que aunque hay maíz tampoco va a salir más del que hay, pues hay molineros que por temor pretendían comprar más toneladas de las pactadas y las empresas no pueden surtir esos pedidos. Por eso empiezan a decir que lo estamos escondiendo, pero no es así. No es un crecimiento de la demanda; es maíz que no se va a consumir de inmediato, sino que sirve para los siguientes ocho meses, dijo.