Incrédulo, pero contento, porque es un motivo de alivio, el sacerdote Alejandro Solalinde se refirió a la aprobación de la Ley de Migración en el Senado: De verdad estoy muy conmovido. Admitió que no esperaba que al final los senadores quitaran a la norma el espíritu policiaco, de represión, persecución y criminalización que tenía.

Advirtió que aun cuando la aprobación de la Ley de Migración, la primera en el país, es un paso para frenar violaciones sexuales, torturas, secuestros, asaltos y demás violencia contra los migrantes que cruzan por el país hacia Estados Unidos, no acabará con todos los problemas de maltrato y vejaciones.

No podemos dormirnos en nuestros laureles pensando que esto ya se va a solucionar. La ley es sólo una parte, viene la otra, la respuesta de las instituciones, la coherencia en la aplicación de la política y el respaldo a los migrantes.

El titular del albergue Hermanos en el Camino sostuvo que “el día de hoy es un rencuentro de México con nuestros hermanos del sur. Pienso que hoy empieza a cambiar la historia para estas decenas de miles de personas que se internan en el país en busca del sueño americano”.

Insistió: de verdad a partir de hoy empezará a cambiar la historia. Esto va a revertir las agresiones contra los migrantes, porque quien a partir de hoy los maltrate o los violente se ubicará fuera de la ley. El Senado dio un gran paso.

Leticia Gutiérrez Valderrama, secretaria ejecutiva de la Dimensión Pastoral de Movilidad Humana de la Conferencia del Episcopado Mexicano, señaló: “sin duda es bienvenido el hecho de que se haya puesto sobre la mesa esta ley, y que se haya aprobado, pero hay cosas que se tienen que pulir, como el tema de los aseguramientos. Eso tenemos que verlo más a profundidad.

Fue positiva la eliminación del artículo 26 para así no dar a la Policía Federal más poder, pues hemos visto su actuar no tan sano en materia migratoria. Es una ley que todavía se debe trabajar más en la Cámara de Diputados.

En la presentación del libro Foro nacional para la construcción de una política migratoria integral y democrática en el México del bicentenario, realizada anoche en Xicoténcatl, Solalinde y José Luis Gutiérrez, presidente de la Federación de Clubes Michoacanos en Illinois, celebraron la decisión del Senado.

México recuperó la autoridad moral en este tema espinoso, y ahora puede exigir a Estados Unidos una legislación similar, coincidieron en afirmar.

El senador perredista Carlos Navarrete destacó la apertura de los legisladores priístas y panistas para recoger las observaciones expresadas tanto por el sol azteca como por la sociedad civil.

Sin embargo, pidió a Norma Leticia Salazar, presidenta de la Comisión de Población, Frontera y Asuntos Migratorios de la Cámara de Diputados, que las presiones no frenen lo aprobado en el Senado, ya que se prevé fuerte oposición de Estados Unidos.