Actualmente este mal afecta a 43 millones de niños en edad prescolar, advierte Margaret Chan
Si no se toman medidas, en el futuro el cuidado de la salud será impagable
Concluyó aquí la Consulta Regional de Alto Nivel de las Américas contra las Enfermedades Crónicas no Transmisibles
Sábado 26 de febrero de 2011, p. 37
Los gobiernos deben asumir su responsabilidad para reducir la obesidad, principalmente la infantil, que a escala mundial afecta a 43 millones de niños en edad prescolar, advirtió Margaret Chan, directora de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Es cierto que las personas eligen consumir alimentos chatarra o estar sentadas frente a la televisión o con videojuegos, y se dice que los padres de familia son malos, pero no es así. Son malas las políticas
, afirmó.
Los gobiernos son sometidos a presiones para evitar que tomen decisiones, pero por no hacerlo, en el futuro tendrán que pagar un precio más alto en términos de sufrimiento humano, mortalidad, y carecer de personas sanas que sostengan la economía y el desarrollo social, subrayó ante los ministros de salud participantes en la Consulta Regional de Alto Nivel de las Américas contra las Enfermedades Crónicas no Transmisibles y la Obesidad.
Antes, ya se había advertido sobre la carga de mortalidad de estos padecimientos en los países en vías en desarrollo. En 2007 se registraron en esas naciones 28 millones de muertes provocadas por enfermedades como las cardiovasculares, diabetes y cáncer, entre otras, lo que significó 80 por ciento de los decesos por esas causas a escala mundial. En el mismo año en las Américas murieron 5.1 millones de personas, de las cuales 76 por ciento (3.9 millones) se debieron a males no transmisibles.
Durante la ceremonia de clausura, a la que asistió el presidente Felipe Calderón, la directora de la OMS se refirió a los factores de riesgo que explican esta situación. Cada vez más personas están viviendo en sociedades que permiten la venta de productos del tabaco y el mercado seductor de alimentos y bebidas que son baratas, convenientes, sabrosas y llenadoras pero muy malas para la salud
. Las poblaciones también están cada vez más densamente pobladas y carentes de parques y espacios para realizar ejercicio físico, indicó.
Al mismo tiempo, está la presión que ejercen las industrias sobre los países en vías de desarrollo. Y es que, dijo, son mercados sencillos, muchos carecen, incluso, de las más rudimentarias capacidades regulatorias para lidiar con el mercadeo irresponsable y controlar los productos que se ofrecen a los consumidores
.
Sobre el tema, el presidente Calderón aseveró que para el sistema de salud mexicano, e incluso para cualquier país rico, es insostenible el tratamiento de enfermedades cardiovasculares, de cáncer o diabetes.
Estimó que en México el tratamiento de estos males representa un gasto de 3 mil 500 millones de dólares al año, y de no hacer nada esta cifra podría elevarse a 6 mil millones de dólares al final de esta década.
Mientras, las pérdidas en productividad ascienden a 2 mil millones de dólares al año y subirán a 6 mil 500 millones de dólares cuando concluya esta década. Pero este costo es incalculable a futuro, dado que la población mexicana tiene un promedio de 27 años de edad y se calcula que cuando envejezca generará gastos impagables.
Antes de clausurar la consulta regional advirtió que la necesidad de mantener hemodiálisis, tratamientos constantes, es simplemente impagable, por muy rica que sea una sociedad.
Esta situación pone en peligro la sustentabilidad de los sistemas de salud, pues se calcula que una persona con padecimientos relacionados con sobrepeso u obesidad podrá vivir enferma alrededor de 15 años, y los costos del tratamiento representan una carga económica para cualquier sistema.
Llamó a hacer una lucha diaria contra la obesidad, tras señalar que 70 por ciento de los adultos mexicanos están excedidos de peso, lo mismo que 4.5 millones de niños.
La consulta regional en la que participaron representantes de 35 países, entre ellos más de 20 ministros de salud, concluyó con una declaratoria que se presentará a la Asamblea General de Naciones Unidas a efectuarse en septiembre próximo, la cual se dedicará a las enfermedades no transmisibles.
Ayer Margaret Chan advirtió sobre el riesgo que enfrentan las naciones pues los progresos que se han tenido en la pasada década en superación de la pobreza, mejorar la educación, la equidad de género y la mejoría en la salud de niños, mujeres y jóvenes, como parte de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, se podrían revertir a causa de los padecimientos crónicos, y puso el ejemplo de las enfermedades cardiovasculares, que representan entre 40 y 50 por ciento de todas las muertes por dichos males.
Por eso también la importancia de que Naciones Unidas aprobara incluir la reducción de las enfermedades no transmisibles entre los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Reconoció que alguien podría argumentar que deben incluirse las enfermedades mentales; por eso debería analizarse cuáles son las prioridades en cada país y región.