Académicos solicitan a la institución el documento para el Conacyt
Carlos Arámburo de la Hoz rechaza haber ordenado la medida
Sábado 26 de febrero de 2011, p. 38
Técnicos académicos con grado de doctorado de varias dependencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) informaron que la institución negó a algunos una carta de apoyo requerida para acceder a los recursos para investigación básica del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Los académicos recibieron varios correos electrónicos con direcciones del dominio unam.mx firmados por directivos de las áreas de investigación o informática de sus facultades o institutos en los que se les anunció que por indicaciones de la Coordinación de la Investigación Científica queda establecido que no se otorgarán cartas de apoyo institucional a personal con categoría de técnico académico que solicite el financiamiento para proyectos al Conacyt
.
Los afectados señalaron que se trata de una discriminación
, pues muchos poseen altos grados académicos y encabezan proyectos de investigación con nivel para concursar por los apoyos económicos.
El coordinador de la investigación científica de la UNAM, Carlos Arámburo de la Hoz, aseguró que no dio ninguna orden en ese sentido y que incluso se apoyaron diversas investigaciones dirigidas por técnicos para la reciente convocatoria del Conacyt, la cual cerró el jueves pasado.
Justificó: Seguramente lo que ocurre es que se están apegando al espíritu de la convocatoria, de que sólo se apoya a investigadores y profesores que tengan doctorado, es decir, a miembros del Sistema Nacional de Investigadores (SNI); sin embargo, puedo decir que ha habido casos excepcionales de técnicos académicos que son del SNI, doctores responsables de un proyecto, a quienes se les ha dado un respaldo absoluto
.
Al respecto, los técnicos inconformes señalaron que aunque la convocatoria del Conacyt de este año establece que se apoyará a los profesores e investigadores que posean doctorado o que sean miembros del SNI, esto no excluye a un número importante de técnicos académicos de la universidad.
La UNAM es la única institución donde existe esta figura académica, pero ello no quiere decir que muchos no tengan gran nivel de investigación. ¿Qué problema habría si todos los técnicos que lo decidieran presentaran proyectos para obtener el financiamiento del Conacyt? Sólo habría más investigación en el país.
Arámburo de la Hoz aceptó que la figura de técnico académico en la UNAM es muy heterogénea
, pues unos se dedican a labores institucionales; otros están a cargo de unidades de apoyo a la investigación, para dar servicio, y unos más tienen funciones docentes o trabajan directamente con un investigador.
Explicó que la UNAM tiene que dar un documento de apoyo porque los proyectos deben cumplir con los planes de desarrollo de la institución, además de que ésta aporta la mitad de los recursos para la investigación.
La solicitud tiene que ser canalizada por conducto de la entidad académica, es decir, el primer aval lo da el director de su facultad o instituto. Una vez otorgado ese respaldo se informa a las coordinaciones, de Humanidades si se trata de proyectos sociales o humanísticos, o de Investigación Científica, si son en ciencia dura. Son estas instancias las que proporcionan la carta de apoyo. Posteriormente se envían al Conacyt, donde son evaluadas por comités. No todos los proyectos reciben el financiamiento.
Arámburo de la Hoz sostuvo que aunque no se ha hecho aún el registro de las cartas otorgadas para los proyectos que competirán por los apoyos del Conacyt de este año, sí se otorgó la misiva a algunas investigaciones encabezadas por técnicos académicos que cubrían los requisitos de la convocatoria. Asimismo, invitó a quienes manifestaron sus quejas a informar quiénes enviaron los correos electrónicos en los se aseguró que no habría apoyo para ese sector.