Falta de tutores, de ejemplos a seguir y de financiamiento son los tres principales obstáculos que impiden a los jóvenes de las familias de bajos ingresos continuar sus estudios en la ciudad de México, según un estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).

De acuerdo con el trabajo Obstáculos a la demanda educativa en México: ¿por qué los mexicanos no estudian más?, el problema de la falta de movilidad social que se vive en la ciudad y el país se debe en buena medida a que los hogares que tienen las peores condiciones de ingreso y de entorno social también son los de menores niveles educativos.

Según el estudio, esto constituye un círculo vicioso, una trampa donde la gente que procede de familias poco educadas está condenada a quedarse en esa condición.

Armando Chacón, autor del análisis, señaló que es una prioridad procurar que más gente pueda tener acceso a más grados de estudios, durante el foro titulado Hacia una reforma integral de la educación en México: ¿qué hacer con 13 mil millones de pesos?, en referencia al costo que tendrá para el erario la deducibilidad de impuestos por el pago de colegiaturas de escuelas privadas, y que fue organizado por integrantes perredistas de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados.

La falta de ejemplos es uno de los impedimentos detectados, pues debido a la deficiente instrucción de los padres de familia en los hogares de muy bajos recursos son muy pocas las horas que dedican a ayudar a sus hijos con las tareas escolares; mientras que en 20 por ciento de los hogares más ricos los padres invierten muchísimas más horas en ayudar a los hijos con sus estudios, agregó.

El ambiente también resulta un componente fundamental en la formación de aspiraciones en un niño, pues lo que ven en su entorno es lo que perciben que pueden alcanzar.

Añadió que hoy por hoy para un niño que crece en un hogar pobre, con padres poco educados, la experiencia es que prácticamente no conocen a nadie cercano que haya salido adelante gracias a la educación; eso es terrible para la formación de aspiraciones, pues a pesar de que la educación paga, no saben que puede ser algo bueno para ellos y que pueden alcanzarlo.