Colin Firth, mejor actor protagónico; Natalie Portman, mejor actriz
Lunes 28 de febrero de 2011, p. a15
Los Ángeles, 27 de febrero. El discurso del rey, de Tom Hooper, sobre el tartamudo rey Jorge VI de Inglaterra, se alzó hoy con el Óscar a la mejor película en la 83 edición de los galardones de la Academia de Hollywood.
La cinta, que era la gran favorita con 12 nominaciones, se llevó cuatro estatuillas. Además de la principal, las de mejor actor protagónico (Colin Firth), mejor director (Hooper) y mejor guión original (David Seidler).
La película se centra en la tartamudez de Jorge VI de Inglaterra, quien se convirtió en rey después de que abdicó su hermano mayor, Eduardo VIII, por amor a la plebeya Wallis Simpson. Para combatir este problema, que lo aquejó desde niño y dificultaba su función pública, recurre a Lionel Rogue (Geoffrey Rush), ex actor australiano que emplea métodos poco convencionales.
Si bien el guionista Seidler, de 74 años, tenía el proyecto de rodar la vida del rey hace 30 años, respetó el deseo de la esposa de Jorge VI, la reina madre (interpretada por Helena Bonham Carter), quien le pidió que no lo concretara hasta después de su muerte, porque los recuerdos le resultaban aún muy dolorosos
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El británico Hooper, quien recibió el premio de manos de Katherine Bigelow, ganadora el año pasado, tenía en su favor haberse alzado con el premio de sus colegas del sindicato de directores DGA.
Casi siempre este galardón coincide con el Óscar.
En tanto, su triunfo en los Globos de Oro y el premio del sindicato de actores colocaban a Firth como claro favorito a llevarse el Óscar, que estuvo a punto de acariciar el año pasado cuando fue nominado por A single man.
Para muchos, la interpretación de Firth en la película de Hooper es el papel de su vida. A sus 50 años, el actor parece estar en lo más alto de su carrera. Se quedó con las manos vacías el español Javier Bardem, quien estaba nominado por Biutiful.
El Óscar a la mejor actriz fue, tal como se esperaba, para Natalie Portman por encarnar a una bailarina perfeccionista y torturada en Black swan, de Darren Aronofsky.
Con su interpretación de Nina, una dulce y virginal bailarina clásica que aspira a los papeles de Cisne blanco y Cisne negro de su compañía de ballet, Portman logró su segunda candidatura al Óscar tras la nominación por Closer en 2005 y su primera estatuilla.
Portman se sometió a una estricta dieta, tomó clases de ballet y se dislocó una costilla para estar a la altura del papel que le propuso Aronofsky. Incluso conoció a su actual pareja y padre del hijo que espera, el coreógrafo Benjamin Millepied, durante el rodaje.
En tanto, La red social, de David Fincher, sobre la génesis de Facebook y las demandas que enfrentó su ideólogo Marck Zuckerberg, la segunda gran gran favorita de la noche, se llevó tres Óscares, pero no en las categorías principales.
Aaron Sorkin fue distinguido con el premio al mejor guión adapatado (trabajó sobre la novela Accidental billionaires). Y además se llevó los galardones a mejor banda sonora y mejor montaje.
Los Óscares a los mejores actores de reparto fueron para Christian Bale y Melissa Leo por la película The fighter. Ambos habían ganado ya el Globo de Oro en la misma categoría. El premio a Leo fue anunciado hoy por el veterano Kirk Douglas, de 94 años, quien apareció por sorpresa en la gala.
El film de David O. Russell, protagonizado por Mark Wahlberg y ambientado en los suburbios de Boston a principios de los 90, se basa en la vida del boxeador Micky Ward y cuenta cómo regresa a los rings después de una pausa de varios años alentado por su medio hermano, el ex boxeador adicto al crack Dicky Eklund (Bale) y su dominadora madre (Leo).
Inception, de Christopher Nolan, fue la gran sopresa. Obtuvo cuatro premios en categorías técnicas: fotografía, mezcla de sonido, edición de sonido y efectos visuales.
Este filme, que el director que revivió a Batman describió como “un thriller que tiene lugar en la arquitectura de la mente”, está protagonizado por Leonardo DiCaprio en la piel de un especialista en el espionaje corporativo que roba los secretos de la mente a los competidores de sus clientes mientras éstos duermen.
La danesa In a better world, de Susanne Bier, recibió el Óscar a la mejor película de habla no inglesa, dejando con las manos vacías a la mexicana Biutiful, de Alejandro González Iñárritu, protagonizada por Bardem.
Toy story 3 se llevó, como se esperaba, el Óscar a la mejor película animada. Esta cinta, de los estudios Pixar, estaba nominada también en la categoría de mejor película. También obtuvo el galardón a la mejor canción para Randy Newman.
Los premios a toda una trayectoria fueron para Elli Wallach, Kevin Brownlon, Francis Ford Coppolla y Jean Luc Goddard.