El precio de los terrenos adyacentes al proyecto se disparó 1100% en sólo cinco años
Desarrolladores, funcionarios y empresarios promovieron el cambio de uso de suelo
Tras el regreso del PRI a la gubernatura, una inmobiliaria vendió sus predios, con una pérdida de 66.6%
Lunes 28 de febrero de 2011, p. 34
Querétaro, Qro., 27 de febrero. En 2009, dos años después de que se inició la construcción del Centro de Congresos y del Palacio de las Artes del estado, los terrenos aledaños multiplicaron su valor y atrajeron numerosos especuladores inmobiliarios, quienes desde 2005 avizoraban el negocio y obtuvieron el cambio de uso de suelo de 264 hectáreas, cuyo valor de 33 pesos por metro cuadrado se había multiplicado más de 11 veces hasta febrero de 2010.
En diciembre de 2004 el Congreso de Querétaro aprobó una tabla de valores catastrales que cotizaba en 33 pesos el metro cuadrado en el ejido Casa Blanca, hoy adyacente a la megaobra, ubicado en los municipios de Querétaro y El Marqués. En 2005 se delineó un nuevo modelo de desarrollo urbano, y en ese año los profesionales inmobiliarios lograron que los terrenos de preservación ecológica cambiaran a uso habitacional, comercial y de servicios.
El cabildo de Querétaro autorizó el 18 de marzo de 2005 la medida que dispararía el plusvalor de las 42 parcelas vecinas al Centro de Congresos y el Teatro Metropolitano o Palacio de las Artes (el primero inaugurado el pasado 5 de febrero y el otro aún en construcción), pero la sesión y sus resoluciones aparecieron en diciembre de ese año en la gaceta municipal.
El ayuntamiento panista dio así luz verde a la solicitud presentada por el entonces presidente estatal de la Cámara Nacional de Desarrolladores de Vivienda (Canadevi), Luis Miguel Rivas López; el presidente del patronato del equipo de futbol Gallos Blancos, José Luis Alvarado Tapia, y el ex secretario de Gobierno Alfredo Botello Montes, así como los empresarios Gabriel Pacheco Mercado, accionista de Imaple SA de CV, y Alejandro Zendejas, de Cecsa.
Las mismas 42 parcelas del ejido Casa Blanca, cuyas 264 hectáreas cambiaron de uso de suelo, fueron entregadas en 1997 a 36 solicitantes de tierra por decreto del entonces presidente de la República, Ernesto Zedillo, según la inscripción que aparece en el Registro Agrario Nacional. En el Registro Público de la Propiedad y de Comercio de Querétaro no fueron objeto de transacción alguna hasta 2009, y de entonces a la fecha han sido vendidas 27, que abarcan gran parte de la superficie.
Las inmobiliaria Cecsa, Imaple y Las Artes ya han hecho importantes adquisiciones. La primera, representada por Alejandro Zendejas, es potosina y también opera en el estado de México. Adquirió tres hectáreas en 11 millones 402 mil 730 pesos (380 por metro cuadrado), entre otras transacciones de menor monto.
A su vez, Imaple se adjudicó en las postrimerías del anterior sexenio panista 12 hectáreas por 32 millones de pesos (a 266 pesos el metro), y tres hectáreas más en nueve millones (300 pesos por metro), pero con la llegada del actual gobierno priísta vendió estas últimas en cuatro millones de pesos, con una pérdida de 66.6 por ciento.
La beneficiaria de esa ganga fue Inmobiliaria las Artes, constituida en 2007 y presidida por Edmundo Salvador Jiménez y Suso, ex presidente estatal de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) y del Consejo Consultivo del Observatorio Ciudadano de Seguridad de Querétaro.