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La escritora y periodista presentó a la prensa su novela sobre la artista surrealista

Poniatowska subraya la lucha de Carrington contra la injusta condición de las mujeres

Gracias al aliento del premio Seix Barral, desea empezar varios libros que tiene en el tintero

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Elena Poniatowska, ayer, durante la charla de la escritora con los representantes de los medios de comunicaciónFoto Marco Peláez
 
Periódico La Jornada
Martes 1º de marzo de 2011, p. 7

La escritura aguanta la vejez, afirmó ayer Elena Poniatowska durante la presentación a la prensa de su novela Leonora, Premio Seix Barral 2011.

Como informó ayer La Jornada, se trata de una narración basada en la vida de la pintora Leonora Carrington, con quien la autora lleva ya más de 50 años de amistad, pues al menos se ven una vez a la semana.

Si bien no se trata de una biografía, pues Elena inventó muchos diálogos y recurrió a la imaginación para recrear diversas momentos de la vida de la pintora surrealista, Leonora es una obra que acerca al lector a la extraordinaria figura de una mujer feminista y comprometida con los derechos humanos.

En charla con reporteros, Poniatowska dijo que el premio a su novela la llena de entusiasmo y energía para continuar con varios proyectos. Los galardones, añadió, “son sólo letreros en el camino que dicen ‘mira lo que te espera más adelante”’; tengo en el tintero varias novelas que gracias al aliento del premio ya quiero empezar”.

Generosa y apasionada

Respecto de Carrington, Poniatowska señaló que se trata de una persona “absolutamente feminista, le parece muy injusta la condición de las mujeres en México, está siempre dispuesta a defenderlas: hizo un cartel precioso en apoyo del feminismo. Recuerdo que alguien que le habló mal del feminismo y las mujeres lo corrió de su casa, porque tiene un enorme carácter.

Ella siempre habló con gran dolor de los campos de concentración, seguramente porque oyó hablar mucho de ellos a través de su esposo Chiki, quien estuvo en uno. Es muy generosa, apasionada, y protege su intimidad con gran celo. Le gustaría andar por las calles sin que nadie la viera.

Agregó que si bien existen muchos aspectos de la artista surrealista radicada en el país que ya se conocen, gracias a diversos estudios realizados por críticos de arte, en su narración hay cosas nuevas.

Por ejemplo, añadió la escritora, “rescato a Renato Leduc, poeta, un gran mexicano; fue esposo de Leonora, pero lo ninguneaban muchísimo. Alguna vez le pregunté a la pintora si entre ellos había habido una boda de conveniencia, para que ella pudiera salir de Europa, y no fue así: ella decidió dejar Nueva York y al séquito de Peggy Guggenheim y venirse a México con Leduc.

Prefirió a Renato por sobre todos los famosos que estaban en Nueva York, y vivió en México con él sin tener idea de cómo era el país. Entonces, es muy bonito rescatar a un amante.

Poniatowska nunca entrevistó a Carrington para esta novela; sus charlas fueron informales, entre amigas. Anotaba al término de cada encuentro algunas palabras para no olvidar las anécdotas compartidas.

De la relación de Leonora con Max Ernst, de la cual a la pintora no le gusta hablar, la también periodista explicó que recurrió a varios libros donde está documentada esa relación, que llevó a Carrington casi a la locura.

Sé que Leonora es una persona muy secreta, muy privada, no es nada vedete. No cree en la celebridad y en el éxito, sólo en el amor de sus dos hijos. Quise hacer esta novela como un homenaje a un ser humano extraordinario. Ella es, probablemente, la última máxima representante del surrealismo en México y en este sentido se trata de una figura pública.