l gobierno federal se ha propuesto modificar la Norma Oficial Mexicana para la prevención, diagnóstico, tratamiento, control y vigilancia epidemiológica del cáncer de mama (NOM-041-SSA2-2002), mediante un proyecto que tiene entre sus objetivos aumentar la edad en que deben realizase los estudios de mamografía (también llamada mastografía), con lo que quedarían al margen de la prevención las mujeres menores de 50 años.
Una decisión así tendría que sustentarse en una sólida argumentación médica y científica. ¿Cuál es la opinión de las sociedades médicas que reúnen a los principales especialistas sobre este tema?
Al iniciarse la década pasada, prestigiosos investigadores médicos de nuestro país realizaron estudios para evaluar la incidencia de cáncer de mama en México en distintos grupos de edad, cuyos resultados muestran que este tipo de neoplasias se presenta de forma temprana. En los medios oficiales se ha tratado de minimizar estos resultados, al establecer que la mayor frecuencia de esta patología se ubica en el grupo de mayores de 50 años. Al respecto, representantes de las principales organizaciones médicas en nuestro país en este campo señalan lo siguiente:
“Desde 2001 se publicó que el grupo de edad más frecuentemente afectado con cáncer de mama es el de 40 a 49 años; que globalmente las mujeres con cáncer de mama menores de 50 años representaron 45.5 por ciento del total de 29 mil 75 casos analizados del Registro Histopatológico de Neoplasias Malignas en México (Cancer 2001; 91:863-8), y que la media de edad de las mexicanas con cáncer era de 51 años. En la revisión que hacemos ahora de casos tratados en las instituciones oncológicas de la ciudad de México (Hospital General de México, Instituto Nacional de Cancerología, Hospital de Oncología del Centro Médico Nacional, Instituto Mexicano del Seguro Social e Instituto de Enfermedades de la Mama) a 10 años de distancia de esa publicación, es evidente que el grupo con cáncer de mama entre 40 y 49 años de edad representa entre 35 y 40 por ciento del total y que se mantiene la misma tendencia”.
Sobre la pretensión del proyecto de modificación de la NOM-041 de incrementar la edad para las mamografías en mayores de 50 años, y sólo en casos especiales a las menores de ese rango, las organizaciones médicas señalan:
No hay sustento para tal indicación. Dado que la mujer mexicana desarrolla el cáncer de mama en 40 por ciento de las veces, entre 40 y 49 años, no podemos desproteger a ese segmento de la población, que además por la biología del tumor (evolución más rápida, más difícil diagnóstico por la densidad mamaria) y del tejido mamario, la mayoría de las veces se diagnostican en etapas localmente avanzadas (E-III) con el inherente mal pronóstico. Esto, sin tomar en cuenta que en ese grupo la pérdida de años productivos es mayor (21), con el consecuente impacto económico para el país y donde la afección sociofamiliar es más intensa por la edad de los hijos
.
Otro es que no considera los estudios científicos más recientes sobre la utilidad de la mamografía para abatir la mortalidad en el grupo de 40 a 49 años:
“Es probable que (los redactores) desconocieran, cuando elaboraron esta NOM, la publicación reciente en la revista Cancer 2010 (29 Sept. Epub ahead of print) del estudio prospectivo-comparativo sueco, con seguimiento de 16 años de duración, en mujeres de 40 a 49 años donde demuestran una reducción de la mortalidad entre 26 y 29 por ciento. También el estudio del Instituto Nacional de Salud Pública (Salud Pública Mex. 2009; 51(2 suppl): 296-304), muestra que iniciar la detección con mastografía a los 40 años, con cobertura de 50 por ciento y periodicidad anual, ofrece a la población de México la mayor reducción de la tasa de mortalidad (21 por ciento)”.
Los comentarios anteriores fueron enviados a los responsables del proyecto de modificación de la NOM-041, y están avalados por presidentes y presidentas de las siguientes organizaciones médicas: Francisco Ochoa Carrillo, por la Academia Mexicana de Cirugía; Rogelio Martínez Macías, de la Sociedad Mexicana de Oncología; Luis Sentíes Cortina, por el Colegio Mexicano de Especialistas en Ginecología y Obstetricia; Juan Enrique Bargalló Rocha, en nombre de la Sociedad Médica del Instituto Nacional de Cancerología; Rosalva Barra Martínez, de la Sociedad de Residentes y Egresados del Servicio de Oncología del Hospital General de México, y Aura Erazo Valle, por la Sociedad Oncológica del ISSSTE.
Para las organizaciones médicas de México el proyecto de modificación de la NOM-041 tiene serias objeciones médicas y científicas, por lo que sería lamentable que se impusiera unilateralmente, poniendo en riesgo la salud y la vida de un amplio sector de mujeres mexicanas.