Washington, 28 de febrero. El homicidio en México del agente estadunidense Jaime Zapata no descarrilará la relación entre ambos países, declaró este lunes la número dos del Departamento de Estado para América Latina, Roberta Jacobson, en vísperas de una visita del presidente Felipe Calderón.

Esta relación (bilateral) ha madurado hasta un nivel en el que una simple declaración, un simple acontecimiento, no hace descarrilar la relación por entero, declaró Jacobson en un centro de análisis cuando le preguntaron sobre el impacto de dicho asesinato, perpetrado el pasado 15 de febrero.

Zapata, miembro de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) murió baleado, y un compañero suyo resultó herido en una carretera de San Luis Potosí, el peor incidente de este tipo desde la muerte del agente antinarcóticos estadunidense Enrique Camarena, en 1985.

La muerte de Camarena generó gran tensión entre Washington y México, y desembocó en una gran operación de la agencia antinarcóticos (DEA, por sus siglas en inglés), que acabó en el secuestro de dos de los presuntos asesinos para ser juzgados en Estados Unidos.

Ambas partes tenemos una gran comprensión de lo difícil que es esta tarea, añadió Jacobson en referencia a la actual lucha contra el crimen organizado del gobierno de Calderón.

El presidente mexicano visitará por tercera vez Washington desde la llegada al poder de Barack Obama, en enero de 2009, para un encuentro bilateral.

La visita fue planeada desde hace semanas y no surgió a raíz de la muerte de Zapata ni de recientes críticas de Calderón a la demanda de droga en Estados Unidos, precisó Jacobson.