Tras enumerar más de 10 programas sociales implementados en la ciudad de México en la última década, entre ellos la pensión universal alimentaria para adultos mayores, la cual protege a todos los ancianos que a pesar de haber trabajado toda su vida no generaron derechos sociales y, por tanto, no tienen jubilación, el secretario de Desarrollo Social, Martí Batres Guadarrama, aseveró que la frontera más clara entre el Distrito Federal y el estado de México, después de cruzar el bordo de Xochiaca, son los derechos que han alcanzado los capitalinos.

Al dar inicio a la entrega de folletería con la leyes de impacto social para los capitalinos, indicó que tras establecerse la pensión alimentaria en la ciudad de México se abrió un ciclo de atención social, pues se crearon programas importantes, entre ellos becas para discapacitados y para hijos de madres solteras; la Universidad Autónoma de la Ciudad México; preparatorias en todas las delegaciones; de rescate de las unidades habitacionales; de mejoramiento de vivienda; útiles y uniformes gratuitos, el Seguro de Desempleo; el Mejoramiento Barrial; los comedores comunitarios, y el Prepa Sí.

La ciudad de México es distinta por todo lo que se ha logrado en una década, aseveró. Cuando uno cruza el bordo de Xochiaca, en el estado de México, no se nota desde el punto de vista de que sigue siendo la misma urbe, pero sí cuando hablamos de los derechos sociales.