Don Samuel Ruiz, parco en palabras, rico en obras, conoció a Jesús, y su evangelio lo transmitió y aplicó hasta el último de sus días entre los laicos de la diócesis de San Cristóbal de las Casas, donde abrió las puertas de la Iglesia y la puso al servicio del pueblo de Chiapas, afirmó el obispo de Saltillo, Raúl Vera López.

El también presidente del consejo directivo del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba) recordó que el obispo emérito de San Cristóbal, fallecido el 24 de enero pasado, promovió la defensa de los derechos de los pueblos indígenas, a los que trató como iguales y promovió su dignidad.

La labor del Tatic, como lo llamaban los indígenas, influyó en la creación de una comunidad humana que se plasmaba en todo el pueblo. Así acaba uno convirtiéndose, confesó Vera López, quien entre 1995 y 1999 fue obispo coadjutor en San Cristóbal.

El obispo aludió a esos años. “A mí me habían dicho: ‘Don Samuel hace política, no trabajo pastoral’. Así me lo dijeron en el jai level, no en el gobierno, ya se imaginan”, dijo ante un pletórico auditorio durante el foro Samuel Ruiz, obispo de los indígenas y de los pobres, organizado por La Jornada y Casa Lamm.

“Llegué formando parte de la comisión para coadyuvar a la reconciliación en Chiapas. Don Samuel no era el maestro del pequeño saltamontes. Don Samuel, parco en palabras y rico en obras, me dijo: ‘dicen que hago política. Si tengo a dos grupos enfrentados en mi territorio diocesano y soy pastor aquí, cómo no voy a meterme en medio…’

Y ésa es una característica de una persona que conoció a Jesús y lo siguió hasta lo último, sostuvo ante los panelistas Gilberto López y Rivas, asesor del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en las mesas de Derechos y Cultura indígenas, Democracia y Justicia; la teóloga bautista Rebeca Montemayor; Enrique Dussel, catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México y colaborador de La Jornada; Abel y Román López, de la organización Las Abejas y la comunidad de San Cristóbal de las Casas, y Mari Carmen Montes, moderadora.

Vera destacó que sigue vigente la fuerza de don Samuel, ejemplo de que México se puede salvar. Es lo que necesitamos: una sociedad consciente. Ya quisieran gobernadores, presidentes municipales tener un pueblo (como Chiapas) tan organizado.

Los participantes recordaron que el obispo emérito puso la Iglesia al servicio de la gente. En suma, dijeron, puso su fe al servicio de los pobres.