Los agentes no deben venir armados al país, señala
Sábado 5 de marzo de 2011, p. 9
Morelia, Mich., 4 de marzo. Los agentes estadunidenses no deben portar armas en México a menos que haya una razón específica y se proceda con reciprocidad, lo que seguramente no aceptará Estados Unidos
, afirmó Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano antes de presentar su libro Sobre mis pasos en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
Consideró que se necesita mayor coordinación con Estados Unidos y el resto del mundo para combatir la delincuencia organizada conforme a las decisiones del Estado mexicano; pero lo que hay es una política de sometimiento al gobierno estadunidense, cuyos representantes actúan con prepotencia, como se aprecia en los cables recién descubiertos.
Siempre quieren tomar decisiones en México en función de sus intereses, no de los nuestros; y el gobierno debiera ponerles un alto, pero en vez de ello el país está prácticamente fuera de la política internacional y de las grandes decisiones y corrientes positivas de la globalización, por las políticas neoliberales iniciadas hace 30 años y más claramente en las recientes administraciones
, dijo.
En materia petrolera censuró los llamados contratos incentivados por ser inconstitucionales e instó a Pemex a no ponerlos en práctica sino apegarse a las disposiciones legales en cuanto a la explotación en general y de los campos maduros en particular.
Sobre su propuesta de que Andrés Manuel López Obrador dirija el Partido de la Revolución Democrática (PRD), indicó que no fue una ironía sino buscaba que el conflicto generado por la petición de licencia lo resolviera el solicitante mismo, pero éste la descartó diciendo que no va por ese camino
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Confió en que la renovación de dirigencia nacional del PRD convocada para el próximo 19 de marzo tenga lugar sin conflictos, aunque –dijo– no sé qué vaya a suceder
, y sobre la consulta conjunta con Acción Nacional para resolver una alianza de ambos partidos en la elección de gobernador del estado de México, evaluó que se trata de una acción absurda y contraria a los intereses perredistas
.