Los precios de la tortilla, los cuales se han incrementado hasta 15 pesos en algunas ciudades del norte del país, podrían ajustarse a la baja si se comprueba que hubo prácticas monopólicas que resultaron en colusión entre los industriales y distribuidores tortilleros, aseguró la Comisión Federal de Competencia (CFC).

El secretario de Economía, Bruno Ferrari, confirmó que se detuvo la intención de encarecer desmedidamente este alimento básico en la dieta de miles de mexicanos, tal como lo pretendían una asociación de molinos y tortillerías.

Bruno Ferrari rechazó ser un perseguidor de tortilleros y mucho menos un supertortillaman. Lo que se busca, dijo, es que se cumpla cabalmente con la ley. Insistió en que no hay motivo para elevar el precio de la tortilla, ya que el gobierno sigue apoyando a este sector a través de hacer eficiente y modernizar las tortillerías para obtener mejores ganancias.

Con la implementación de tecnología, explicó, se ha permitido que las tortillerías eleven sus ganancias de 10 a 42 por ciento. “No se trata de dar ‘billetazos’ a los industriales de la tortilla sino aportar tecnología y capacitación”.

Aseveró que el precio de las tortillas ha tenido un aumento promedio de 7 centavos por kilo.

Señaló que pese a que se han dado aumentos en el precio de la tortilla, el último que debe de recibir una sanción es el consumidor. Aseguró que se perseguirá con todo el rigor de la ley a todo aquel que quiera especular.

El titular de la Comisión Federal de Competencia, Eduardo Pérez Motta, aseguró también que la sanción máxima para este ilícito es de 80 millones de pesos, dependiendo de la situación económica del sancionado, así como otras consideraciones.

El funcionario abundó que las investigaciones en contra de los industriales de la tortilla continuarán aunque no precisó el número de entes a investigar ni sus nombres.

El secretario de Economía, Bruno Ferrari, rechazó ayer que se le considere un supertortillamanFoto José Carlo González

Al respecto, Bruno Ferrari, secretario de Economía, advirtió que no es la intención de la dependencia a su cargo sancionar por sancionar, por lo que debe hacerse una investigación a fondo. No obstante, aclaró que no vacilará en sancionar a quien lo merezca.

Lo anterior afirmaron después de que entregaron al Consejo Coordinador Empresarial (CCE) la Guía de Cumplimiento de la Ley Federal de Competencia Económica para Asociaciones, Cámaras Empresariales y Agrupaciones de Profesionistas.

El titular de Economía, Bruno Ferrari, dijo que el objetivo de esta ley no es sancionar, sino construir un mercado eficiente sobre la base de las empresas competitivas y para lograrlo se requiere promover una cultura donde se asuma el compromiso de competir y se conozcan, defiendan y fomenten los beneficios de hacerlo.

El funcionario detalló que entre los beneficios de la competencia en el mercado destaca la reducción de costos para los consumidores, pues hoy en día los monopolios u oligopolios le cuestan a los mexicanos 12 por ciento de su ingreso.

El presidente de la CFC presentó ante las cámaras y asociaciones encabezadas por el CCE un documento para evitar prácticas anticompetitivas como: no emitir recomendaciones en materia de precios, condiciones comerciales, cantidades comercializadas o mercados atendidos, ni inducir acuerdos entre miembros en estas materias.

No intercambiar listas de precios o información sobre transacciones de los asociados; no hablar sobre incrementos o reducciones en precios, ni estabilizar, uniformar u ordenar precios, ni sobre márgenes, utilidades o remuneraciones justas, deseables, leales o dignas, entre otras.