El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) consideró que la reforma hacendaria presentada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) debe analizarse con cuidado, debido a que contiene planteamientos que podrían tener un efecto perverso y convertirse en mecanismos regresivos.

Tal es el caso, dijo, de la propuesta de devolver a los consumidores 3 por ciento del impuesto al valor agregado (IVA) mediante transferencia o depósito bancario, siempre y cuando comprueben estar inscritos en el Registro Federal de Contribuyentes.

El órgano de análisis económico de la cúpula empresarial destacó que de acuerdo con los senadores priístas que presentaron la propuesta, mediante este mecanismo se estimulará a millones de consumidores y comercios a integrarse a la formalidad, con lo cual se ampliaría significativamente la base de causantes.

No obstante, sostuvo que de no lograrse el objetivo deseado, el gobierno perdería unos 70 mil millones de pesos en recaudación de impuestos.

Además, indicó que la medida resultaría regresiva si se considera que el sector informal pagará la tasa total de 16 por ciento, pues en ese segmento se ubica un elevado porcentaje de la población de bajos ingresos.

Por mínimo que sea su consumo de productos gravados con este impuesto, tendrán que pagar la tasa total, mientras los formales se beneficiarán de la devolución, lo cual puede ser favorable, ya que podría estimular un mayor consumo de este segmento. Sin embargo, los más pobres seguirán sufriendo los estragos de la ausencia de una reforma realmente equitativa, explicó.

Por ello propuso una tasa similar para todos, con una canasta básica (que podría ser la propuesta por el PRI) y con contribuciones o subsidios directos a los grupos de menores ingresos, que puedan ser medidos y evaluados, para compensar el IVA en los productos que ya no tuvieran la tasa cero, lo que daría transparencia y eliminaría la incertidumbre del efecto y su muy posible regresividad.

En su análisis semanal, el organismo dependiente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) lamentó que la iniciativa no haya ido acompañada de los datos duros que sirvieron para el cálculo del beneficio que se tendría en materia recaudatoria, algo que dijo, no es irrelevante y se requiere para que no se ponga en duda la solidez de la propuesta.

Agregó que en la iniciativa no está claro cuál será el incentivo para que los informales se regularicen, si para ello deberán ser gravados con un impuesto al ingreso que tendrán que cubrir adicionalmente el IVA.

Explicó que los trabajadores por cuenta propia y establecimientos comerciales que decidan formalizarse deberán enfrentar cargas fiscales mayores, toda vez que serán sujetos de impuesto sobre la renta (ISR), Infonavit y seguridad social, lo que no parece que pueda compensarse con el beneficio de la devolución del IVA.

Respecto al planteamiento de reducir la tasa del ISR de un máximo de 30 por ciento a 25 puntos porcentuales, dijo que si bien puede estimular la inversión, parece que la pérdida fiscal sería muy difícil de recuperar, sobre todo cuando no hay indicio de que la base de contribuyentes crezca significativamente.