Sotanas supletorias
Mutismo oficial domesticado
Trono en busca de príncipe
AMLO y su Morena
l amigo Norberto entra al salvamento del apurado Felipe en su pleito con el interventor Pascual. Que digan las sotanas lo que los trajes ejecutivos no pueden. Guerra santa contra los pecaminosos gringos y apoyo patriotero al bienaventurado párroco de Los Pinos. Reprimenda de la Arquidiócesis Primada de México mediante incienso editorial en el ya famoso semanario Desde la Fe, que suele producir escandalillos periodísticos dominicales: embajador éste, tal por cual, que anda diciendo a la Casa Blanca, en cables fallidamente secretos, que la guerra
personal de FC contra el narcotráfico ha fracasado y que ciertas fuerzas guerreras nacionales tienen aversión
al riesgo. Arrepentíos, adoradores extranjeros de yerbitas, polvos, pastillas y otras modalidades provocadoras de alteraciones, pues la culpa es vuestra. He allí la palabra del señor (Norberto Rivera): la responsabilidad de lo que en México sucede es de los estadunidenses malévolos, que siguen pegados al vicio y, por otra parte, nomás no impiden que sus armas crucen como si nada las aduanas mexicanas. Felipe no se atreve a declarar al diplomático incómodo persona non grata, pero el supletorio Norberto lo califica de persona indigna.
Y sin embargo se sostiene el vergonzoso comportamiento domesticado del aparato gubernamental calderonista ante las revelaciones hechas por Wikileaks respecto a México (muchas de ellas publicadas en La Jornada, en su honroso carácter de periódico depositario de las confianzas editoriales del equipo presidido por Julian Assange) y en especial ante la confirmada introducción a nuestro país de casi dos millares de armas de alta potencia para equipar a narcotraficantes. Contrastante ese mutismo colonizado con lo sucedido ayer mismo con el vocero del Departamento de Estado, P. J. Crowley, quien renunció a su cargo luego que se conoció que había considerado en público ridículo, contraproducente y estúpido
el tratamiento que se da en prisión al joven soldado a quien se acusa de haber entregado a Wikileaks los cables que han trastocado la diplomacia mundial y la política interior de países desnudados por las observaciones del personal estadunidense.
En otros asuntos que requieren de inspiración divina para su entendimiento, o claridad contundente como la del vocero que era de la señora Hillary, el PRD formal, el dirigido por Jesús Ortega, está insólitamente estancado en dos asuntos que le son centrales para definir su futuro: la elección de un dirigente nacional y la postulación de un candidato propio, o panista o externo
, para pelear por la gubernatura del estado de México.
En el primer caso, el partido del sol azteca parece haber agotado su cartera de posibilidades más o menos aceptables, al grado de que hay quienes plantean ya la opción de nombrar un comité interino para dar salida al chuchismo y esperar a que el reacio Lázaro Cárdenas Batel termine con compromisos de trabajo que dice le impiden desocuparse a tiempo para la elección ordinaria. La indecorosa postura de andar ofreciendo el trono negro y amarillo a dinastías que arreglen los problemas que la plebe no puede resolver (a un príncipe, con el monarca progenitor atento al buen cumplimiento de los protocolos reales; los Habsburgo de izquierda), y el inocultable doblegamiento institucional que significa el acomodar los tiempos colectivos a una circunstancia personal (que hasta ahora ha parecido más una excusa de los Cárdenas para no tomar la papa caliente del perredismo rijoso), muestra el nivel de abatimiento de la vida interna del mencionado partido. Por cierto, ayer, en una cabriola más de las que forman parte de los usos y costumbres de ese partido, donde se apuesta no siempre para ganar, sino para condicionar los resultados favorables de otros, fue presentada la candidatura de Dolores Padierna. También se habla de las aspiraciones directivas de un diputado de Guerrero, conocido como El Jaguar de la Costa, cuya mayor fama proviene de ciertas ejecuciones dancísticas populares.
Peor están las cosas para el PRD en el estado de México. Su carta mejor posicionada, Alejandro Encinas, se niega a competir si el sol azteca persiste en buscar alianzas con Acción Nacional, lo que supuestamente quedará formalizado a fines del presente mes, cuando se realice una encuesta
que desde ahora despierta suspicacias. Claro está que el proyecto de fondo, el redituable para la cúpula perredista dominada por Los Chuchos, es el de no contar con aspirante decoroso y ceder la postulación a sus crecientes aliados, los panistas, pero resulta que en términos reales tampoco la formación de blanco y azul tiene personajes destacados para esa contienda, atenidos en todo caso los presuntos beneficiarios de la alianza buscada a los recursos e influencia de Los Pinos. Extraño panorama e increíbles laberintos: un PRD sin candidato disponible, en proceso de alianza con un PAN sin candidato fuerte ni viable, en un esfuerzo de unidad
que dinamita las propias fuerzas de los concurrentes al raro pacto y acaba abriendo el camino a la victoria del presuntamente combatido Enrique Peña Nieto.
En otro extremo del tablero, Andrés Manuel López Obrador recorre el país afinando sus comités de apoyo a lo que ahora se llama Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Su discurso se acera contra los dirigentes actuales del PRD y, aun cuando insiste en colocar a Marcelo Ebrard a salvo de tentaciones, asegura que el sol azteca y el PAN tienen ya un pacto de fusión para 2012. No hay, ciertamente, el ánimo ni las condiciones que en 2006 parecían poner al alcance de la mano del lopezobradorismo el arribo a la Presidencia de la República, y menos con las maniobras divisorias que impulsan Los Pinos y el chuchismo, así es que habrá de verse si ahora, con mejor organización que en su primer intento, este movimiento de izquierda electoral llega a tener un caudal competitivo de votos.
Y, mientras llegan desde Japón nuevas estampas y noticias preocupantes a la hora de cerrar esta columna, ¡hasta mañana!
Enlaces:
Los cables sobre México en WikiLeaks
Sitio especial de La Jornada sobre WikiLeaks
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx