Ante el resurgimiento de la tos ferina en México, la Secretaría de Salud (Ssa) está por determinar el inicio de una campaña de revacunación entre la población adulta, principalmente mujeres en edad reproductiva, potenciales transmisoras de la enfermedad a sus hijos. Información del Sistema de Vigilancia Epidemiológica indica que entre 2009 y 2010 se reportaron 317 casos nuevos de la enfermedad, la mayoría en Nuevo León.

El secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, señaló que en fechas recientes se ha demostrado científicamente la necesidad de revacunación, por la pérdida de inmunidad en los adultos. Indicó que el Consejo Nacional de Vacunación diseña una nueva estrategia para definir si se aplicarán dosis del biológico de manera universal o sólo a un grupo de determinado rango de edad, o solamente a las mujeres en edad reproductiva.

Comentó que se evalúan niveles de vacunación de la población infantil, sobre todo en las zonas donde se ha observado la presencia del padecimiento. La finalidad es reforzar la aplicación de vacunas en dichos sitios, explicó.

Desde hace varios meses, especialistas en salud pública advirtieron sobre la necesidad de revacunar a los mexicanos contra la tos ferina. Estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que en 2008 se registraron 16 millones de casos de personas con el mal, de las cuales más de 195 mil niños murieron por esa causa.

Información del organismo internacional señala que la tos ferina es una enfermedad bacteriana altamente contagiosa del tracto respiratorio, causada por Bordetella pertussis. Se presenta, generalmente, en lactantes y niños pequeños, y se transmite fácilmente de persona a persona, principalmente a través de gotitas.

Los primeros síntomas aparecen de siete a 10 días después de la infección, y se manifiesta con fiebre leve, secreción nasal y tos. En los casos típicos poco a poco se convierte en una tos paroxística (muy severa) y con sensación de asfixia. Cada episodio de tos puede durar hasta un minuto y repetirse varias veces al día.

En los bebés más pequeños, los paroxismos pueden ser seguidos de periodos de apnea (lapso en que se suspende la respiración). Entre las complicaciones más comunes están la neumonía, convulsiones y encefalopatía. Los pacientes sin tratamiento pueden ser contagiosos durante tres semanas o más después de la aparición de la tos. Sin embargo, la tos ferina es un padecimiento prevenible mediante la vacunación.

Durante la 64 reunión anual de la Sociedad Mexicana de Salud Pública, efectuada hace unos meses, el doctor Alejandro Mojica, miembro de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica, señaló que la vacunación contra tos ferina es muy importante en adultos que están en contacto con niños. Indicó que la protección que recibieron durante la infancia se pierde con el paso de los años.

La vacuna contra tos ferina es parte de los programas de Inmunización de la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde su creación en 1974, y en 2008 alrededor de 82 por ciento de niños en todo el mundo recibieron, al menos, tres dosis de esta vacuna.