Miércoles 16 de marzo de 2011, p. 2
Durante siglos se pensó que el cerebro era un refrigerador
de sangre y que el corazón era el principal motor de las funciones cognitivas del ser humano. Hoy eso ya es arqueología y ahora sabemos que no sólo realiza las actividades más complejas del cuerpo, sino que también es un órgano muy dinámico, sujeto a constantes cambios de acuerdo a los estímulos que recibe
, afirmó Federico Bermúdez Rattoni, experto en neurociencias cognitivas.
Durante la Semana Internacional del Cerebro, convocada por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), unidad Cuajimalpa, destacó que gracias a las investigaciones de Francis Joseph Gall (a principios del siglo XIX), se descubrió que las funciones cognitivas primordiales del hombre provienen del cerebro. Cada vez que aprendemos algo, ocurren cambios en ese órgano
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Tipos de memoria
Bermúdez Rattoni, profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México, dictó la conferencia magistral Neurobiología de la memoria. Explicó que existen dos tipos de memoria: la declarativa (hechos, actos, etcétera) y la no declarativa (procedimientos, habilidades y hábitos).
Hay memoria de corto plazo, pero si constantemente se recibe información y se realizan varios ensayos, se puede generar una memoria a largo plazo. Es lo que llamamos la consolidación de la memoria.
Indicó que durante mucho tiempo se pensó que el cerebro ya no registraba cambios cuando se llegaba a cierta edad, pero recientemente se ha descubierto que no es así, que tiene la posibilidad de modificarse, incluso en cuestión de minutos, con estimulación eléctrica.
El experto aclaró que los cambios no se realizan en todo el cerebro, pues hay zonas que son más propensas a las modificaciones, mismas que pueden darse en distintos periodos
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