Adquirió Banco del Atlántico e impulsó varias compañías
Miércoles 16 de marzo de 2011, p. 29
El banquero Carlos Abedrop Dávila murió ayer a la edad de 90 años, al parecer a causa de un paro respiratorio. El también empresario presidió en dos ocasiones la Asociación de Banqueros de México (ABM), de 1978 a 1979 y en 1982, cuando el entonces presidente José López Portillo anunció la nacionalización de la banca.
Abedrop Dávila nació en Monclova, Coahuila, en noviembre de 1920. Realizó sus estudios en la Escuela Normal de Coahuila y obtuvo la licenciatura en Economía por la UNAM.
Como estudiante de Economía, en 1942, empezó a trabajar en la Secretaría de Hacienda en las áreas de impuesto sobre la renta y comercio exterior y fue contralor general de Nacional Distribuidora y Reguladora, hasta 1946 cuando pasó a formar parte del sector privado.
Comenzó su actividad en el sector empresarial en la Compañía Mexicana de Comercio Exterior, constituida durante la Segunda Guerra Mundial por exiliados europeos, principalmente españoles, donde llegó a ser socio y director general.
Desde ahí Abedrop Dávila incursionó en el sector bancario, en los años 60 la empresa adquirió un importante paquete accionario del Banco del Atlántico, institución que Abedrop presidió.
Desde la presidencia de la ABM impulsó por parte de la banca privada un programa de apoyo a la vivienda de interés social, de rehabilitación de sistemas de riego y de financiamiento a la pequeña y mediana empresa.
Tras la nacionalización de Banco Atlántico, Abedrop Dávila invitó a accionistas de la institución para formar una empresa con adquisición de algunos activos no bancarios como una compañía de seguros, una casa de bolsa, una arrendadora operativa y varias compañías industriales.
Este grupo no sólo ha desarrollado los activos que adquirió, sino que ha participado en nuevos proyectos entre los que se cuentan la privatización de Nacional Hotelera y de la compañía Mexicana de Aviación.
Así, fundó Ingeniería Financiera Internacional, la primera sociedad especializada en México en banca de inversión. También constituyó Dovimex, que en asociación con australianos desarrolla un programa de repoblación ovina en México, participó, como inversionista y promotor, en la construcción del Parque Mexitlan en Tijuana. Formó parte de numerosas instituciones culturales y de beneficencia, entre ellas la Fundación Barros Sierra.