El Cairo, 15 de marzo. El ministro del Interior de Egipto, Mansur Issawi, disolvió el Servicio de Investigación de la Seguridad Estatal (SSIS), elemento central del sistema represivo del régimen de Hosni Mubarak, y creó una nueva oficina oficial que se hará cargo de mantener la seguridad del Estado y la lucha antiterrorista.

La nueva Agencia de Seguridad Nacional estará controlada por el ministro del Interior, y entre sus tareas tendrá la protección de la Constitución y la defensa del combate contra el terrorismo.

Los funcionarios, agentes e informantes de la desaparecida SSIS torturaron y maltrataron a opositores políticos e intelectuales inconformes, corrompieron a los grupos políticos que podían hacer competencia al partido oficial, el Nacional Democrático, y falsearon elecciones a favor de esa formación.

También se les acusó de pagar a la gente para atacar a los manifestantes contra el gobierno durante las protestas que llevaron a la caída de Mubarak.

En este contexto, la secretaria de Estado Hillary Clinton pidió a Egipto que continúe con sus esfuerzos de democratización, en su primera visita a El Cairo tras la dimisión de Mubarak.

Al recordar que este país sigue siendo estratégico para Estados Unidos, dijo que apoya a los egipcios en la determinación de su propio futuro y que los resultados del referendo sobre la enmienda constitucional que abre la vía a elecciones y al retorno del poder civil depende sólo del pueblo.

Mientras, un centenar de tunecinos marcharon en Túnez contra la próxima visita de Clinton, en tanto que en Siria decenas de personas se manifestaron en Damasco y Aleppo por libertad, reformas políticas y contra la corrupción.

La concentración en la capital fue dispersada por la policía, que detuvo a seis personas, y en Aleppo fueron arrestadas otras tres.

El canciller sirio Walid Muallen dijo que las reformas se pondrán en marcha este año con un programa que empezará por hacer enmiendas a leyes sobre las elecciones municipales y legislativas.