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Juárez y la Reforma, tema en Casa Lamm

Galeana: quitan fuerza a los héroes, pero no los han podido desaparecer

Hermilo López Bassols criticó la calaña de los conservadores que estrujan este país

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Patricia Galeana (en primer plano), Francisco Javier Guerrero, Hermilo López Bassols y Ángel Guerra durante el foro auspiciado por La Jornada y Casa Lamm que se realiza los lunesFoto Guillermo Sologuren
 
Periódico La Jornada
Jueves 17 de marzo de 2011, p. 7

No existe Estado alguno que carezca de historia oficial. Si así fuera, el gobierno federal no habría efectuado los festejos del bicentenario y centenario, y no les quedó otra alternativa que realizar una serie de actos fallidos, toda una suerte de tergiversación de la historia, afirmó Patricia Galeana.

La historiadora participó el pasado lunes en el foro organizado por La Jornada y Casa Lamm, en el cual se abordó el tema Benito Juárez, la Reforma y la intervención extranjera, donde recordó que durante el bicentenario del Benemérito de las Américas, ocurrido en el sexenio de Vicente Fox, se quitó el nombre de Benito Juárez a 417 lugares, entre calles, plazas y edificios.

“En ese escenario, se ha desdibujado a los héroes, a los símbolos del pueblo mexicano, se les ha quitado fuerza, pero no se les ha podido desaparecer. Así como con Hidalgo, que resultó un ‘cura sanguinario’ y ‘sin proyecto’, cuando fue un hombre de ideas, así a Juárez se le sacó de Los Pinos y se quitó su nombre en un acto de deconstruir una historia y construir otra.

“También se habló de que Juárez había sido pro yanqui; es más, hubo quien dijo que si Juárez hubiera vivido en nuestro tiempo habría sido panista, eso escribieron. Lo llamaron ladrón, porque se había ‘robado’ los bienes sagrados de la Iglesia

“El Juárez producto de la historiografía conservadora es pro yanqui, guadalupano y otro santito que le cuelgan es el antindigenismo, un traidor de su raza, que casa a sus hijas con ‘blanquitos’, así está escrito en algún libelo por ahí y que además en Juchitán, Oaxaca, masacra a los suyos.”

En su turno, el antropólogo Francisco Javier Guerrero leyó una parodia en la que se conjugaron personajes de la época de Juárez y de nuestros días, la cual desató la hilaridad del público.

Así, Napoleón III criticó que México sea ahora totalmente pocho, mientra el embajador estadunidense aclara que su país sólo desea convertir a su vecino del sur en una potencia dentro del TLC. Otros personajes tachan a la emperatriz Carlota de rojilla, en tanto un senador panista irrumpe a gritos diciendo que el actual gobierno “ha salvado al país del narco, al mundo de la influenza y al PRD del izquierdismo”.

El diplomático Hermilo López Bassols recordó que Porfirio Díaz asesinó a su bisabuelo, cuya hija, doña Clementina, se quedó huérfana a los ocho años de edad: un amigo de su padre, íntimo amigo de Ricardo Flores Magón, se convierte en su tutor, y así ella sigue su carrera profesional como profesora, primero, como abogada después. Ese tutor era Benito Juárez Maza, el hijo del Presidente, el después gobernador del estado y cuyos restos se encuentran en Guelatao.

Añadió que fue una infamia lo que se cometió en el bicentenario de Juárez y contó que aquel 21 de marzo de 2006, Marta Sahagún cerró la plaza principal de la ciudad de Oaxaca para escuchar la marimba, la fortificó con soldados y no dejó entrar al pueblo a celebrar en ese lugar el bicentenario de Juárez. Esa es la calaña de los conservadores que están estrujando este país, pero muy pronto tendremos que salir de ellos.